Celebrando con gratitud mi día de vida. Una segunda oportunidad.

Renacer tras la dureza de la adversidad sumado a la falta de empatía de gran parte de esta, a veces, tan insensible sociedad es responsabilidad de cada persona, pero solo uno mismo puede decidir si tomar esa traumática, difícil y dura nueva situación como una nueva oportunidad de vida o dejarse vencer, arrastrar y tomarla como una desgracia más.

Hoy SÍ amigos, hoy celebro mi día de la vida, lo considero un buen, dichoso y siempre emocionante aniversario de vida sobre ruedas, del que quizás pocas cosas podría cambiar.
Ya para mí lo más importante es vivir el hoy, vivir en lo real, porque verdaderamente tras conocer el verdadero valor de la vida, lo fácil que es perderla y sobre todo el, pocas veces reconocido e infravalorado, valor del tiempo y de la salud.
Valoro tanto cada segundo que la vida me regala que considero inútil despilfarrarlo en dedicar ni un segundo de ese tiempo en pensar en irrealidades ni futuros abstractos, porque si no se es capaz de ver ni vivir el presente con una clarísima nitidez, difícilmente se podrá ver ni vivir en la incertidumbre de un futuro del que nunca sabrás si lo dispondrás.

La vida o el destino, en un día de hace 28 años como hoy, me dio, no sin dolor, lucha ni esfuerzo, mi nueva segunda oportunidad de vida, aún superando alguna que otra decisión cafre de “expertos” que involuntariamente o por desconocimiento podrían haber hecho que no tuviera, pero son cosas del pasado y de la vida y así deben tomarse y que atrás quedaron en el olvido, pero aun así me siento privilegiado porque en mi cómputo global considero ya rebasado la mitad del porcentaje de vida que en teoría me correspondiera, como a todos, solo que en mi caso la mayoría de ellos han sido más sentado que en pie, con lo que creo y considero que desde mi silla he sabido o al menos intentado saberlo vivir y a mi manera disfrutarlos y transmitirlos, sin prisa pero sin pausa, y ante todo sin miedos, porque el miedo es lo que siempre te frenará, y cuando se ha mirado de frente a la muerte sin apartar la mirada, es cuando realmente se vivirá sin miedos, y esto hará que valores más tus días porque nunca sabrás cuantos más tendrás, y si la vida o el destino decide acortarlos o ir cerrando el libro de mi vida lo plantaré mi rubrica y lo firmaré con la satisfacción de vivir sin miedo y de haber aprendido en estos 26 años que han sido un regalo y que también para ello he sido y me han preparado.

Siempre recordaré y estaré agradecido, en la parte y porcentaje que corresponda y así lo merezcan, a todos aquellos que tuvieron algún papel, por secundario que fuera, en la historia de mi segunda oportunidad de vida, recordando y verdaderamente agradeciendo aquello y a aquellos que me salvaron y acompañaron, dedicaron parte de su tiempo, conocimiento y esfuerzo y por supuesto también, de una manera u otra, aún fracasando, me enseñaron la parte buena y mala de la sociedad, las circunstancias y de la vida.

Y por supuesto también, y quizás para mi más relevante e importante gratitud, por los conocimientos adquiridos de lo adverso, de lo negativo y lo malo, porque aún de lo peor, del dolor y de las más grandes e inesperadas decepciones también se aprende, y por ello también se ha de agradecer.

Yo al menos de corazón lo agradezco, porque he utilizado ese dolor como combustible para impulsarme siempre hacia adelante sin que nada me pudiera frenar ya que ese combustible, mientras algunas mentalidades, palabras y actos nunca cambien en esta nuestra sociedad, siempre será una fuente inagotable de energía, y qué mejor que usarla a nuestro favor.
Y también porque gracias a ello, te creces, forjas tu carácter, maduras a velocidades inimaginables y ya de pocas de ellas te llegan en un futuro a nuevamente sorprender, sabiendo apartar la paja del grano, para quedarte con las semillas que realmente merecen la pena sembrarlas, regarlas y verlas de cerca crecer.

Porque amigos, siempre se podrá devolver los prestamos materiales recibidos a lo largo de nuestros días, pero siempre se estará en deuda de vida con aquellos que con sus actos, gestos y detalles siempre fueron amables en el levantar de nuestra nueva vida.

Un saludo, y a vivir y disfrutar nuestros días de vida.
Raul Martinez

Precaución y prevención en piscinas. Mi historia y experiencia como simple enseñanza de la dureza de la realidad.

Las piscinas ni las zonas acuáticas son lugares de ir al libre albedrío porque juegas con tu vida y tristemente con la de los demás.

Tengo mas de 47 años y cada verano en este mes, se cumplen y suma un año más a mis 31 de ellos sentado en una silla de ruedas, y desde que tenía 16, la fatalidad, el destino, la adversidad, lo que sea que fuese quiso, que a pesar de tener estudios y tener conocimientos de socorrismo y primeros auxilios, mi vida cambiaría para siempre al tirarme de cabeza en una piscina.

Con 16 años, a finales de un mes julio como en el que estamos, en una piscina al tirarme de cabeza se me escurrieron las manos, di con el fondo y se me desviaron dos vértebras del cuello, perdiendo la movilidad total de las piernas, el brazo derecho y gran parte de la movilidad del izquierdo.

Era mi día, quizás, imprudencia para nada, falta de agua tampoco, puesto que me tiré por 1,85 metros de profundidad, el problema era que el suelo estaba muy escurridizo y el destino hizo el resto.

¿Qué me salvó de no ahogarme? La preparación. Como siempre intento transmitir en mis charlas a los más jóvenes o cuando cuento mi experiencia a los futuros socorristas, la preparación y la actitud fue lo que me salvó, no dejarte vencer perdiendo el conocimiento, evaluar los daños e intentar, con la poca movilidad de la que disponía, bucear hasta la zona con menos agua desde donde pudieran ayudarme y sacar.

Yo estudie primeros auxilios y socorrismo y tenía los conocimientos, la experiencia y era como un pez en el agua, y aún así me pasó el accidente en una piscina, seguramente el destino decidió que me pasara ahí, porque posiblemente, como así fue, sería capaz de salir de esa situación, que quizás no hubiera tenido dicha suerte de haber sufrido el accidente en otra parte.

Por ello, a los más jóvenes, y a veces no tan jóvenes pero que creen que lo son porque la cabeza suele ir más deprisa que el cuerpo, siempre les digo que se tomen en serio lo que hagan en la vida y con sus vidas, porque quizás lo que les u os intento transmitir con mi experiencia se crea que no valdrá nunca para nada, pero como la vida es imprevisible, lo que yo les u os cuento, os pueda servir para salvar, o al menos prevenir, vuestras propias vidas el día de mañana como me pasó a mí.

Porque amigos, las normas debe ponérselas uno mismo, que las piscinas o los distintos lugares de ocio veraniegos no son lugares de ir al libre albedrío, porque juegas con tu vida y con la de los demás, y creo que ahí es donde se debe concienciar y profundizar.

Se puede vivir, se puede disfrutar y se puede divertirse, pero claro está, siempre con cabeza, respeto y educación. Que a la edad y la etapa de la adolescencia es difícil, pero que la otra opción es una silla de ruedas o algo peor.

Por ello dedico mi tiempo gratuita y altruistamente a escribir, a ayudar y a contar mi experiencia a los demás, a quien quiera escucharme mas que a oirme, a quien me lea y sobre todo a los más jóvenes y menos jóvenes, que se lo transmitan a sus hijos, así como a adolescentes en institutos, personas que se forman como socorristas, o aquellos que se creen indestructibles de que estas cosas solo les pasa a otros y así se auto convencen, aún conociendo situaciones reales, que nunca les puede pasar, pero que tristemente, porque nadie es dueño del destino ni de la vida, sufren o sufrieron mi misma suerte y viven sentados en silla de ruedas o con cualquier otro tipo de problema que le puede llegar a paralizar, perderse y no saber como poder, de esta nueva oportunidad de vida, disfrutar.

Y siempre acabaré diciendo e intentando transmitir, que lo que yo os cuento es mi vida y mi experiencia, y que sé que en cuanto pasen ni tan siquiera unas horas posiblemente ni se recordará, pero tener una cosa en mente siempre e intentar sentirla y transmitirla a los más jóvenes que aún carecen de la madurez necesaria a la hora de tomar determinadas decisiones o actos porque se creen invulnerables como es, que todo acto conlleva sus consecuencias y que por desgracia el hospital de parapléjicos de Toledo está siempre abierto.

-Y aunque la vida y el destino me hayan llevado a mi situación actual en una piscina, se puede extrapolar a cualquier actividad, y más en esta época vacacional, llámese moto, coche o cualquiera a la que el cuerpo te incite pero que sea tu mente y tu cabeza la racional, porque el destino y la fatalidad no entienden de que actividad hagas, solo del final al que te podría conllevar.

Piensalo bien y no cambies tu habitación de casa o de tu lugar de vacaciones por una con vistas al Tajo ni al Alcázar de Toledo…..

Duro, pues quizás, pero verdad como la vida misma, porque cuando la adversidad y la desgracia llegan, nunca suelen aparecer solas, sino a batallones.

Un saludo amigos, y a disfrutar del verano siempre con cabeza.
Raul Martinez

“200.000” visitas a mi Blog en el mes del aniversario de mi accidente, una fecha para olvidar o quizas también para recordar...

Mi silla de ruedas no es un obstáculo en absoluto, simplemente la veo y la siento como una parte integral de mi vida, como un accesorio indispensable que me acompaña de por vida, como mis tatuajes, mas grandes o mas pequeños, mas visibles o menos visibles, pero fieles y necesarios compañeros de viaje con historias vividas y superadas.

Cuando empecé a escribir mi Blog solo deseaba contar mi experiencia, lo que fue, ha sido y es mi vida tras lo adverso y con ella ayudar a los que se enfrentan de una manera u otra, a la dura y difícil adversidad, pero lo que jamás pensé es que llegara a tanta gente, y mas siendo una labor altruista de la que obtengo la mayor recompensa que se puede obtener, como es el saber que ayuda y el detalle de una sonrisa de gratitud.

Aun estoy convencido de que no creo que soy el que fui, como tampoco ahora soy lo que seré, porque la vida va cambiándote aún sin darte cuenta, y aunque la base permanezca, la forma y actitud de cada uno debe forjarla y mantenerla a diario para no perder demasiado donde está el norte.

Si tengo clara una cosa tras 26 años desde mi accidente, es que este mes, esta fecha es para recordar, y recuerdo que tanto lo bueno como lo malo, me sirvió para mejorar, para aprender, crecer y sobre todo para conocer realmente a las personas y lo mas importante, para a marchas forzadas madurar.

Porque al final, da igual y la manera de como lleguemos a las consecuencias de una nueva vida tras lo adverso, lo que importa verdaderamente es lo que hagamos para salir de esa oscuridad, como lo afrontemos y sobre todo como dejemos que nos hunda e influencie en nuestra nueva vida y nuestro nuevo día a día.

Y a lo largo de nuestra nueva vida, vamos aprendiendo habilidades básicas que compensan nuestra fuerza o cadencia de otras, y eso es lo que importa, pero se ha de respetar siempre una disciplina que requiere un esfuerzo y una constancia.

Porque amigos, podemos tomar las riendas y la responsabilidad de quienes somos y dónde estamos después de sufrir la dureza de la adversidad, pero esa responsabilidad significa que debemos tener la capacidad de responder y actuar, y esa poderosa habilidad nos dará mayores opciones y libertades a la hora de afrontar nuestra nueva vida, porque nos fortalecerá anímicamente ante las dificultades, las opiniones y sobre todo y tristemente, ante muchas acciones de los demás.

Porque siempre ha habido y habrá opiniones y demás incomprensibles voces y comportamientos de personas que creen saberlo todo, de opinar de la vida de las personas como el que más, de creer estar en poder de la verdad, cuando si dedicasen tiempo a mirarse a si mismos, se asombrarían de lo que quizás pudieran encontrarse y tener que callar.

Porque de la vida no es dueño nadie, ni del destino ni de las consecuencias finales de la adversidad, pero si de las palabras y actos de los que opinemos, porque quizás sin saberlo el destino y la vida para mañana te lo tengan reservado a sufrirlo sin poderlo evitar.

Y la salud no es algo eterno, al igual que la felicidad ni el bienestar, y como yo en este mes hace ya 26 años, habrá muchos que hoy se levanten y de otra manera u otra situación se tengan o lo tengan que acostar.

Así pues amigos lo importante y único que se debe lograr y para lo que se tiene que estar preparado es para no dejar que te afecte el hecho de que existan personas que traten de menospreciar tus ambiciones, tus sueños, tus metas, tu realidad, porque sólo de ti dependerá cómo quieres dejar que eso afecte a tu día, a tu vida, a tus relaciones, a tu carácter, fuerzas y ganas de luchar.

Porque cuando la vida parece que se ha olvidado de ti, de donde estás y se está destrozando a tu alrededor, realmente que camino escoger?...
El fácil y aparentemente bien asfaltado que todo el mundo suele escoger porque puede dar cierta seguridad, o por el que menos gente ha transitado, menos cuidado pero que esconde mas cosas por descubrir pero en el que hay que quitarse los miedos, arriesgarse, esforzarse y luchar para avanzar y conseguir ser dueños de la nueva oportunidad de vida..

Yo decidí optar por el segundo y jamás me arrepentiré, porque cuando se ha mirado de frente a la muerte sin apartar la mirada, es cuando realmente se vivirá sin miedos.
Por ello, disfruta de cada hoy y de lo que te ofrezca tu camino elegido por si no hubiese un mañana.

 Y recordar que aun tras lo adverso, la vida no se trata de sobrevivirla, sino que se trata de “vivirla”.
*Si dedicas una hora de tu tiempo en leerme, yo te regalo 26 años de mi vida en experiencias.

Un saludo amigos y MIL GRACIAS por leerme y por llegar y superar las 200.000 visitas.
Raul Martinez