Marquemos nuestra pautas , velocidad y ritmo de vida, y no la que se nos intenta imponer por puro marketing comercial.

Un segundo basta para disfrutar o perder una vida, así de importante y relevante es el tiempo, por ello, no quieras vivirlo demasiado deprisa sin "saborearlo", porque tan pronto que llega, puede igualmente pasar.

Vivimos o intentan hacernos vivir a un ritmo y a una velocidad que con las prisas, ni se aprecian, ni apenas disfrutarán porque no es su ritmo natural.

Y es que apenas se acabó el verano y casi sin llegar a los Santos, el día de difuntos, cambiamos la hora, y ya nos han colocado la navidad, y cuando menos nos demos cuenta, ya estarán montando la carpa de carnaval y sin apenas acabarla, casi preparando la semana santa pero yaaa.

No queramos vivir la vida tan deprisa que apenas de cada instante te dejen prepararte mentalmente disfrutar, cuando realmente y donde esa rapidez es importante y necesaria, se obvia, ignora e ilógicamente se admite tal cual.

Porque tantas prisas y velocidad así de golpe, pierden su valor, su importancia y simplemente se convierten de ser algo que puedas añorar o sea más sentimental, es transformado en puro marketing material y comercial.

Con tanta prisa por todo ya, se está perdiendo el nerviosismo de la espera, de la espera como pueda hacerte sentir esos días de que se acerca lo que supone, por ejemplo, la navidad.

Porque cuando quiera llegar esa fecha señalada, en vez de esperada y deseada, si te la "meten" mas de dos meses antes, lo que llegas es con un empalagamiento total.

Por favor, vivamos sin prisa pero sin pausa, disfrutando de cada correspondiente etapa en tiempo y lugar, porque si seguimos a este ritmo de vida, yo para el año que viene me pillo el bañador con decoración de navidad.

Un saludo amigos. 
Raúl Martínez.


No busques significados a la vida porque muchas veces no los tiene, simplemente dáselos tú.

No busques significados ni explicaciones a la vida porque muchas veces no los encontrarás, ya que vivir cada hoy, el presente, es el mejor regalo que puedes darle a tu futuro.

La vida es solo la vida y el "significado" de TU vida depende de ti, y el valor de la misma no es nada, sino el significado que solo tú elijas o quieras luchar por darle.

Es imposible convertirse en tu mejor versión sin que haya personas o "amigos" que se molesten por hacer o no hacer lo que ellos creen mejor, porque solo uno/a sabe que es lo que realmente deseas, lo que has vivido, luchado o sacrificado por ello.

El cómo quieres enfocar tu vida, qué cambios son mejor o peor para tu bienestar y así más felizmente avanzar, solo depende de ti, por ello, se siempre tu mismo/a y jamás te justifiques ante nada ni nadie por algo que creas que has hecho coherente y correctamente, porque el camino de la vida puede parecerte tan cómodo o tan farragoso dependiendo de qué o quién dejes que te influya en el mismo, y por seguro que quien en el mismo te encuentres o acompañe y jamás juzgue u opine, ese es realmente quien merece dejar transitando a tu lado.

Las relaciones con los demás pueden ser importantes, pero lo que sin duda lo es más, es el saber quererte y "relacionarte" contigo mismo, y sobre todo aprender y saber cuándo abrazar y cuándo desprenderte de la soledad.

Esa quizás sea la relación más necesaria, interesante e importante de la que por seguro siempre se debe aprender y en la que mucho, sin duda, de ti mismo/a aprenderás.

Porque unos valores fuertes y robusta creencia, madurarán tu brújula interna que te orientará y marcará la ruta en tu horizonte, sobre todo, en las decisiones importantes que en la vida tengas o aún estén por tomar.

Podrán ser mejores o peores, mas o menos acertadas pero serán tuyas y eso es lo que cuenta y siempre merece la pena.

Y habrá veces no se sabrá lo que realmente se quiere o por lo que se sueña, hasta que un día te lo encuentres.

Solo hace falta vivir el día a día sin agobios, sin desgastar la mente ni su estabilidad buscando ni esperando lograr o alcanzar algo que ni la vida sabe si llegará, porque cuando menos lo esperes por sí solo, ella misma te lo cruzará por delante y entonces, solo entonces, en ese momento lo sabrás.

Y habrá muchas veces que no veas avances y tus logros frenar, y la decepción puede ser una de las cosas más temidas, empezando quizás por uno mismo/a, pero hay siempre que seguir viviendo superando esos miedos, trabajando en uno mismo/a, empezando por demostrarte lo que en la vida realmente vale, superarte poco a poco y simplemente vivir valorando quién eres, cómo eres y lo que verdaderamente tienes, porque la única opinión que debe valerte es la que tu tengas sobre ti, todo lo demás será distraerte de lo que debes considerar como irrelevante para vivir y así pues no dejar nunca de avanzar ni de tus metas desistir.

Porque lo que te suceda en cada momento de la vida, ya sea bueno o malo, ya sea para bien o para mal, solo es una página del amplio libro que es una vida y como tal, no podrás reescribirla de nuevo, pero sí comenzar a crear y escribir otras nuevas hasta que la vida, a tu libro, ponga el punto y final.

Porque amigos, cuando la vida te ha obligado a jugar al ajedrez contra la muerte y has sabido acabarle la partida en tablas, en ese momento es cuando sabrás que por mucho que perfecciones tus movimientos, en cualquier momento la vida sacará de nuevo el tablero con las figuras de lo adverso y las probabilidades de lograr el mismo resultado, con el tiempo quizás ya no podrás, porque ese si que te pasa factura y mientras puedas seguir aguantándole la partida y moviendo tus figuras, podrás seguir dándole vida a tu vida e intentando, con tus movimientos, aguantar.

Y tal vez creas que la vida ya no será fácil, y casi seguro que así sea, pero si le pones empeño, actitud, constancia, fuerza y sobre todo paciencia y una pizca de fe, inteligencia y confianza, lograrás hacerla increíble, solo piensa en esa partida de ajedrez jugada, en la que cada movimiento tiene una consecuencia, por ello antes de darlo, ten claro no solo ese movimiento, sino los consecuentes siguientes según lo que te encuentres, porque vivir o morir, caer mejor o peor, puede depender de ello.

Y recuerda que no se puede intentar caer bien a todo el mundo, porque por seguro no lo lograrás, y mucho menos cambiar por y para ello, ya que solo ha de importarte caerte bien a ti mismo y basar tus decisiones en lo que a ti te importe y jamás, en lo que pueda parecer a los demás.

Tu tiempo contigo mismo/a es solo tuyo, aprovéchalo pues en escucharte y dedicártelo mentalmente realmente a ti, porque cuando aprendes en verdad lo que es vivir, muchas cosas y personas pasan a ser irrelevantes para saber superarte y qué camino seguir.

Porque cuando logras sentirte y hallar felicidad en las cosas más básicas, esa por seguro será duradera, calmante, y será algo agradable para todo lo demás que hagas en la vida, porque la felicidad, es el efecto secundario de no agobiarte por querer perseguir el “todo” y saber adaptarte e intentar disfrutar aún de la “nada”, ya que no siempre es obligado el presionarse por avanzar, porque por seguro habrá momentos e instantes donde parar y de ellos disfrutar.

Y podrás creer que el tiempo puede no valer nada, pero si significar un todo sabiéndolo dónde, cuándo, cómo y con quién aprovecharlo y del mismo disfrutar.

Un saludo.
Raúl Martínez.