Mi lesión medular, no todo es ir en un silla de ruedas y no poder andar, sino también muchas cosas mas, por las que concienciar.

Nada en la vida debe ser temido, simplemente comprendido porque en la vida la única verdadera discapacidad, es una mala actitud.

Cuando alguien me ve en la silla de ruedas o voy a dar alguna que otra charla de motivación o concienciación, siempre hay alguien que me pregunta, ¿Pero vas a volver andar? y la verdad, me da igual el andar...

*Hay muchas cosas que la gente desconoce con lo que un lesionado medular tiene a diario que lidiar y luchar para preocuparse si el día de mañana andará, como la mala circulación, el control de esfínteres, las ulceras o heridas por presión, la mala regulación de la temperatura corporal y los continuos dolores neuropáticos, así como los espasmos o la espasticidad.

Vivir las veinticuatro horas de un día y una noche intentando superar los momentos difíciles, que una lesión medular conlleva, sabiendo disfrutar de los momentos agradables que nos presente la vida, eso es vivir, y vivir siempre merece la pena, hasta el final, sin pensar que nos deparará el mañana y si un día volveremos a andar.

Cada año, y mas tras cada verano, el hospital de parapléjicos se llena de nuevos recién accidentados, recién llegados al mundo de la lesión medular, pues aquí os escribe uno que hace mas de 30 años estaba donde ahora estarán muchos, pero que no contaba con la posibilidad de la lectura de la vivencias narrada de un chaval, es decir YO, que un día se levantó como uno más y lo acostaron en un hospital y ya para siempre una silla lo acompañó, y que en mi blog la podéis leer y encontrar.

Muchos son los días que no salga a la calle y no me terminen diciendo o preguntando, de buena fe, si lo mío se curará o si están avanzando en este tema, o que ya hay muchos avances etc, etc, etc.

La cara se les cambia cuando yo les doy mi visión, y digo MI VISIÓN de mi vida y de mi futuro, y lo que yo intento transmitir a los más nuevos en esta vida en silla de ruedas o con lesión medular.

Yo sé que estoy en silla de ruedas, y sé también que moriré en ella, y vivir pensando en falsos sueños de que quizás esto es pasajero y que en unos años podremos volver a andar, es como poco engañarnos a nosotros mismos y hacernos más oscura nuestra visión de futuro.

Hay mucha gente en el hospital de Toledo y en la vida que no avanza en su rehabilitación porque creen y siguen pensando que esto es pasajero y se curará y pierden un tiempo precioso en caer en la realidad y empezar a afrontar su situación.

Para mí lo importante no es poder volver a andar, que ya ni me acuerdo y es más ni lo echo de menos, y ¿por qué? Porque si sabes y tienes fuerza y coraje en construirte una vida, un futuro, unos sueños de vida siempre con tu silla como tu mejor compañera, lo demás es irrelevante.

Tu silla son tus piernas, y lo será hoy, mañana y siempre y cuanto antes lo tengas claro y menos fe tengas en que podrás volver a andar, mejor y antes te enfrentarás a tu futuro.

Me encuentro con que la gente piensa que no puedes ser feliz en silla de ruedas, no entienden que no te rebeles y no quieras volver a andar, se creen que con unas piernas que funcionen ya eres feliz, y lo que realmente te hace y hará feliz es una cabeza que esté al cien por cien y te funcione a la perfección.

Una cabeza bien amueblada te llevará más lejos que unas piernas funcionales.

Yo alcance ya los 46 años, me pasó el accidente con 16 y llevo mas de 30 años en silla.
Me quedarán unos 5, 10 o 20 años de vida útil independiente, o ninguno si la vida así lo decidiera sin mas, y creéis que me los voy a pasar pensando en si sacarán un invento, una operación o algo que me pudiera hacer andar y encima que no sea carísimo??? Pues no.

Ese tiempo de vida útil que me queda prefiero pasarlo disfrutando desde mi silla de la vida con mi familia, mis amigos, cuidándome, haciendo deporte para mantenerme útil, relacionándome, viviendo la vida en la calle y ejercitando la cabeza que me da más libertad que mis piernas.

¿Qué hay inventos para andar mecánicamente?, sí lo sé y los probé, de hecho fui el primer tetrapléjico que se puso de pie y anduvo en Toledo con un sistema llamado Parastep que consistía en ponerte unos electrodos en las piernas y controlar las corrientes con un andador e ir lanzando pasos.

Pero francamente, lo dejé, y ¿por qué? Con los años ves más claro tus ideales de vida y los míos era vivir y llevar una vida normal.

Entre ponerte los aparatos, levantarte y andar 10 metros perdías media hora, mientras que yo con mis brazos y mi silla en media hora me daba tiempo de ir a hacer la compra y volver.

Como ejercicio bueno, pero como vida e ilusión de ir andando, totalmente nula, además que te hace dependiente de alguien que este poniéndotelos y quitándotelos y la verdad eso es lo que menos me apetecía, el molestar.

Quizás en un futuro lejano la lesión medular sea una lesión que se cure de manera inmediata, pero como lo puedan ser otras enfermedades, pero nuestra cura a día de hoy es nuestra cabeza, nuestra vida, ser conscientes de lo que tenemos, de cómo estamos, de lo que somos, de quién está realmente a nuestro lado y el porqué debemos y queremos luchar.

Tu vida no acaba cuando tienes un accidente y sufres una discapacidad, NO, tu vida es a partir de ahí cuando empieza realmente, entonces olvida lo pasado y trabaja para el futuro que es y será lo que te acompañara y te esperará por siempre hasta que la vida diga que has llegado a tu fin, pero que sea la vida, no seas tú.

Recuerda, la vida es un camino y tú eres el vehículo que transita por ella.

Si el camino es duro trabaja en tu vehículo, que es tu cuerpo y eres tú, para hacerte duro.
Si el camino es suave y liso aprovéchalo para formarte y seguir manteniéndote al día, pero no olvides una cosa y tenla siempre presente:
NUNCA PIERDAS DE VISTA EL HORIZONTE Y JAMÁS PIERDAS EL NORTE, porque allí está tu vida, tu futuro y tu felicidad, así que no dejes para mañana lo que pudiste hacer ayer y empieza a rodar que la vida consume el tiempo y eso es algo que jamás se recupera.

La vida es el mayor arte que existe y saber vivir es ser un gran artista, porque recordar amigos, que la vida empiza de nuevo en cada segundo.

Un saludo.
Raul Martínez