30 aniversario de mi accidente. El comienzo de una nueva segunda vida, aunque con la misma realidad, misma fuerza y misma mentalidad.

La vida se vuelve más fácil y más hermosa, cuando somos capaces de ver y sentir, la parte buena que la misma nos ofrece, siendo capaces de tomar y asumir decisiones que nos conduzcan a tal fín.

Quién dijo que una vez que la desgracia, lo adverso del destino, los problemas, llegan de lleno a tu vida y te cambian tu realidad, es difícil superarlos... pues yo os digo que NO.

Se puede superar una, dos veces, como es mi caso "todas" las que hagan falta mientras haya vida, tengas fe en ti, creas en tus posibilidades, veas metas y caminos, en vez de obstáculos y senderos de malezas, y saques fuerzas de donde nunca pensaste que tendrías.

Como bien suelo decir, "mi vida empezó de nuevo el día que casi termina", y hoy, se cumplen 30 años de aquello, pero este año, treinta años después, comienzo de nuevo una nueva vida tras superar una grave herida de más de tres años, una operación y un postoperatorio algo tedioso y para completar el cóctel de mi vida, el comienzo de una nueva vida en solitario, a lo que sumar, otra posible segunda operación.

Como todo en la vida, todo tiene un comienzo y todo tiene un final, y para mi este año ha sido el de mirar hacia adelante, reflexionar sobre mi vida y realidad, dar comienzo y cabida a momentos y vivencias nuevas que apartados quedaron ya muchos años atrás, y que si la vida quiere nuevos vendrán, tomar decisiones que aporten salud en mi bienestar físico y mental, y crecer aún más en sabiduría, madurez, y disfrutar de la familia y de los buenos momentos que la vida nos ofrecerá.

Pero en fin amigos, la realidad es, como suelo a menudo escribir, que la vida es una continua lucha, unos tienen la suerte de no tener que luchar nunca, y a otros nos toca luchar casi a diario, y muy de vez en cuando, afrontar alguna que otra batalla más grande, porque la vida no se conforma solo con que le vayas ganando pequeñas luchas o minúsculas batallas, pero cuando sabes lo que es la muerte y la has acariciado muy de cerca, y eres consciente del verdadero valor de la vida y del tiempo, sabes cuándo y cómo decidir dar calidad al mucho o poco que tiempo que quede, y sobre todo dar vida a la vida, siempre con una sonrisa de paz y serenidad.

Por eso amigos, en este mi 30 aniversario de mi accidente, si hay una cosa clara que he re aprendido en esta treintena es que nunca dejes que las expectativas y opiniones de otras personas afecten tus decisiones.

Es tu vida, son tus decisiones y haz lo que más te importa. Haz lo que te hace sentir vivo y feliz.

No dejes que las expectativas e ideas de los demás limiten quién eres, porque si dejas que otros te influyan en su pensar de quién eres o cómo eres, de cómo vives o ves la vida, y pierdes tus valores, estás viviendo la realidad de otros, no la tuya.

Hay mucho más en la vida que el simple hecho de complacer a la gente y perder tus valores y creencias.

Hay mucho más en la vida que seguir un camino prescrito por los demás.

Hay mucho más en la vida que lo que experimentas en un momento en concreto, sólo, necesitas decidir quién eres para ti mismo para convertirte en un ser completo, de mente y cuerpo, que conformen una simbiosis perfecta, porque si alguna parte falla, si alguna decae, por fuerte que seas o creas ser, la otra por seguro la acompañará y decaerá detrás.

Y por último amigos, siendo sincero y hablando desde el corazón, decir que si me concediera el deseo de poder vivir mi vida de nuevo libre de problemas y sin saber y aprender a superar los momentos duros de la adversidad que te hacen crecer y madurar, siempre que estuviera dispuesto a renunciar a los "dones" y al aprendizaje que la misma me ha dado, tal como la profundidad de la conciencia y la sabiduría, la madurez expandida, el aumento de la sensibilidad, el conocimiento pero no a sumisión de la limitación, la ternura del amor y la fuerza de mi familia, el significado de la amistad verdadera, la apreciación de la vida, la alegría de un corazón apasionado, y la ilusión de hacer que cada día sea distinto, sin duda alguna mi elección sería clara.

Me quedaría con mis vivencias y enseñanzas de superar la adversidad, dejando que la oscuridad se vaya volviéndose luz, y secando las lágrimas ocultas de la lucha constante y diaria que fueron formando un océano en lo más profundo de mi alma y se fue esparciendo a lo largo de las orillas de mi vida, pero siempre disimuladas con la mejor sonrisa que iluminase mi día a día, porque las penas se lloran de noche y se lucha y sonríe de día.

Quizás por ello, puedo soportar la oscuridad si debo hacerlo, puedo superar la adversidad las veces que insista visitarme, puedo ayudar y levantar a los que están sucumbidos en lo más profundo de los océanos de sus almas y en la más triste oscuridad, pero no puedo mentirme y decir que sin estos "dones" conseguidos a lo largo de estos 30 años, seguramente no sería el mismo, o quizás sí, pero como eso nunca ya no lo podré averiguar, para qué pensar en lo que pude ser, si soy feliz, se vivir y disfrutar la vida, se ayudar con mi experiencia, y solo con ello, recibir como regalo mas preciado y con más valor que se puede recibir, que es el detalle de un gracias y ver caras de felicidad, paz y tranquilidad.

Y seguramente amigos, por todo lo anterior que os he contado de mi vida y sentimientos en estos 30 años, cuando alguna que otra vez me preguntan si pudiera volver atrás, ¿le daría la vuelta a mi vida?.

La respuesta es simple... No... No lo haría. El día de mi accidente me dieron un regalo y ese regalo fue una segunda oportunidad en la vida, en la que un chico adolescente murió y a grandes pasos agigantados a hombre evolucionó.

Porque amigos, la vida no es lo que el destino o lo adverso nos imponga, sino lo que queramos implicarnos en transformar esa negatividad, en experiencia, en aprendizaje, en paciencia y actitud, y sobre todo, en fuerza para sacar y encontrar la parte positiva que siempre tiene toda adversidad.

Y aquí os comparto el lugar, en foto y video exacto de como está en la actualidad, hoy ya 30 años después, donde mi vida empezó de nuevo el día que casi termina.

Un lugar donde entre andando y salí tumbado, y no porque sea más duro que nadie, sino porque es una realidad, y con miedos jamás se avanzará, por ello, nunca me costará, ni nos costaría volver a ese lugar en el que nos esperó la adversidad, porque con miedos y temores mal se madurará y crecerá, y aquello fue una realidad como es la vida, donde entré siendo un adolescente, y salí madurando con una vida por la que pelear y luchar...por eso de que el día no es como empieza sino cómo termina.

El lugar exacto donde me tiré de cabeza, no desde un trampolín, que nunca existió, ni haciendo el loco dando 20 volteretas en el aire porque tampoco era un "acróbata" de circo, ni trepando por la fuente de rocas porque tampoco era ni un "escalador" ni "alpinista"..., pero las habladurías y el morbo siempre corren más que la pura realidad de la verdad, y no hay mayor sordo que el que no quiere escuchar ni mayor necio que se cree sus mentiras, ni mayor incrédulo que él transmite lo que él entiende como única verdad, sin detenerse a algo tan fácil y educado como es el preguntar.

Y la verdad solo la sabe una persona, y soy yo, que es quien lo sufrió, lo demás fue, es y será dimes y diretes de barra de bar por buscar cierto protagonismo que de otra manera, lo más seguro, jamás en sus vidas tendrán.

Simplemente, como ya comente en otra entrada aquí en mi blog de qué ocurrió realmente y que compartiré el enlace más abajo, me tiré donde había 1,85 o 1,90 metros de profundidad, como buen nadador y con los estudios y conocimientos de socorrismo que era y tenía, así como en primeros auxilios, gracias a ello y a esos conocimientos, prácticamente con todo el cuerpo paralizado en el fondo del agua, supe mantener la calma, no perder el conocimiento y salir a la superficie solo con el 30% de la movilidad del brazo izquierdo, y me salvé, y estoy aquí para ayudar contando mi experiencia a quien realmente la quiera leer o escuchar.

http://masvalidos.blogspot.com/2018/07/precaucion-y-prevencion-en-piscinas-mi.html

Por ello amigos, como siempre os digo, vivir cada hoy como si fuera el último, pero siempre acuérdate de ir construyendo una vida que valga la pena vivir...

Un saludo amigos.

Raúl Martinez

                                 







Regreso de nuevo al lugar donde hace casi 30 años, me vió y ayudo de nuevo nacer y a ser yo.

La amabilidad es un lenguaje que pueden oír los sordos y ver los ciegos.

En estas rampas de la foto de mas abajo hace ya casi 30 años, aprendí a rodar, cuando me costaba subir solo un tramo una mañana, y ahora la subo en un respirar, aprendí a ser de nuevo yo, aprendí a ver y sentir la vida desde otra perspectiva y gracias a mi familia, a la paciencia de mi madre y a la de mi médico, mi "dr House" el DrAscenzo, (DEP)..

Aprendí y me enseñaste a vivir y a dar vida a la vida y entender que la silla es para llevarla en el culo y nunca en la cabeza....

-¿Sería distinta mi vida de no haber sufrido el accidente hace 30 años?..

Pues es posible, pero, mirando atrás, lo vivido, sufrido y superado, doy gracias por seguir rodando y sentirme orgulloso de mis cicatrices de vida, que me forjaron a ser como soy y a tener los valores y la actitud de vida que tengo y que siempre intentaré transmitir, y no porque me crea más duro ni experto que nadie, sino porque se lo que es morir y volver a vivir..

*.Y mi agradecimiento a Inma y al personal del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, por todo el tiempo de hospital y por muchos más, porque aunque la gente se vaya renovando, siempre quedará el recuerdo, y la graitud por lo que nos enseñasteis y por como nos tratasteis, que no fue mas, que mostrarnos la realidad. 

Me conociste y trataste siendo mi celadora, nos cuidaste siendo niños en la planta de niños, y me enseñaste durante todo el tiempo ingresado, a que con esfuerzo y constancia, por poco que se hiciera, ya era un mucho padeciendo una tetraplejia, y aquí estamos 30 años después, en el mismo sitio, con nuestras cicatrices de vida, pero dando vida a la vida. 
Gracias por tu profesionalidad y trabajo, con aquel niño casi adolescente.

*. Y como no, no podía olvidarme de otra gran persona, gran profesional, humilde, humano y grande como el solo. Gracias Dr. Antonio Miguel Lopez por tu paciencia, sabiduría, y experiencia.. Siempre estaré en deuda moral contigo... Por muchos años mas... Un abrazo enorme. 


Un saludo 
Raúl Martinez