Piensa en el nuevo año como una nueva oportunidad de desprenderte de capas para vivir y disfrutar la vida.

Mientras van pasando y transcurriendo los años y somos de los agraciados, pese a lo adverso, de poder ver y vivir su transcurrir, iremos asumiendo que cada persona o cada cosa tiene su momento, que algunas envejecen, otras desaparecen y algunas hasta se desvanecen, pero sin perder así la ilusión y la esperanza de ver como unas nuevas se vislumbran en el horizonte de la vida para comenzar a afianzarse en su aparecer e intentar hacernos partícipes de ellas.

La historia como siempre se repite y como siempre se repetirá, un año nos deja y otro nuevo llegará.

La gente ve en las cicatrices dolor, complejo y desolación, pero yo sinceramente creo que hay que lograr mirarlas y entenderlas como un simplemente agradecimiento y superación.
Agradecimiento a la vida por otra oportunidad, agradecimiento a la vida por poder dar más tiempo para luchar y superarse por poder vivirlo y poder disfrutarla.

El tiempo pasa y eso nadie lo podrá evitar, sólo lo que sucede y lo que hagas con y en ese tiempo, será lo que te marque y haga eficiente tu realidad.

Yo veo el tiempo como un envoltorio, un envoltorio que cubre a otro que es la vida y la vida otro más frágil que es el que nos cubre a nosotros y como no, cada uno al mismo tiempo tenemos nuestro propio envoltorio del que nos protegemos o pretendemos que sea así.

Pero realmente ¿de qué intentamos protegernos? ¿De la vida, de la gente, de nosotros mismos? o es la excusa perfecta que nos ponemos cada uno para evitar o dejar de hacer cosas y que no se rompa nuestro envoltorio de protección?...

Sinceramente creo que ese envoltorio es un ideal, un sentimiento de auto-convicción para sentirse mejor y más seguro, ya que la naturaleza y nuestro cuerpo nos proporciona al nacer nuestra capa de protección necesaria para enfrentarnos a los aconteceres de nuestra vida, del destino. Y es una capa a la que nadie da importancia pero sencilla como ella sola, es la que realmente nos protege y la que nos hace sentir y transmitir a nuestro interior, como es nuestra piel, la que nos transmite emociones con su roce o malestar y dolor ante los golpes.

Y nuestra piel es frágil al nacer, muy débil y sensible, y sólo el tiempo, la vida, el día a día la va haciendo más dura, más fuerte y con más aguante, y así debe ser también nuestro crecimiento interiormente, un crecimiento y desarrollo acorde al compás con la vida exterior.

El día a día, la vida y la adversidad te enseñará que de la misma manera que esos envoltorios te protegen de posibles cosas malas, también hacen que impidan que penetren cosas buenas.
Y la vida, pese a su complejidad, pese a sus momentos difíciles, pese a la adversidad, tiene cosas bellas, y esas cosas están y estarán por siempre ahí, pero sólo de nosotros depende abrir esas capas para disfrutar de las mismas y como no, de nuestra disposición a querer verlas, disfrutarlas y sentirlas.

Muchas veces vemos y sentimos las cosas, las personas o la vida no como realmente son, sino como creemos o queremos verlas o sentirlas que sean, sin dedicar tiempo a poder ver su verdadera belleza y su verdadera realidad. Y la vida es la que es y como es, y raramente cambiará, pero para eso tenemos la capacidad de adaptarnos, de ser fuertes y plantar cara a lo adverso, porque solo así sabremos sacar el jugo a la vida en vez de permitir con nuestra dejadez y desolación que ella nos lo vaya robando a nosotros.

Y la verdadera realidad que te enseñará la vida es que casi nada es como aparentemente parece, que los envoltorios no sirven de nada para la dura y afilada cuchilla del destino, ni mucho menos para la frialdad de su manejo por la vida. Porque ésta cuando decide aplicar su fuerza y cortar no lo duda y atraviesa y llega allí donde se lo propone al amparo del destino, y al final ¿qué queda?... queda la más profunda indefensión ante lo adverso por haber intentado vivir dentro de tantas capas aislado de tantas realidades.

La mayor protección que puede existir ante la vida es la prevención y el conocimiento, y si no sólo nos quedará sobrevivir de la experiencia a la que si se dedica tiempo a prestarle atención será la que más te enseñe, proteja y te guíe.

Por eso amigos acabó una etapa, acabó otro año que puede haber sido bueno o malo pero si eres de los que sigue haciendo de su vida un envoltorio de capas intenta en ese nuevo año  ir desprendiéndote de alguna, de ir creciendo emocionalmente e ir haciéndote fuerte, porque los golpes de la vida duelen y dolerán siempre, y más al principio y mucho más los primeros, pero el dolor sólo significa que aun se está vivo, que hay vida y sentimiento.

Y cuando acostumbras a tu cuerpo y a tu mente a vivir y disfrutar de la vida con las mínimas capas o hasta incluso sin ellas, a librarte de su peso con una conciencia tranquila de saber que haces bien y vives en tranquilidad, haciéndote inmune al dolor o simplemente dándole la justa importancia o el tiempo justo, descubrirás la cantidad de emociones, la cantidad de sensaciones que son capaces de llegar a tu piel. Y ésta a su vez será la encargada de transmitirlas a tu interior, de transmitirlas a tu corazón, a tu motor, eso será la energía y el combustible que mantenga tu maquinaria viva, activa y te haga sentir que de la vida, aún ante lo adverso, se puede sacar cosas bellas y buenas, siempre claro está, que se esté más moralmente que físicamente dispuesto a ello.

Y puesto que la vida hay que vivirla, vivamos pues nuestras ilusiones, vivamos la vida a nuestra mejor manera y como siempre digo, luchando y siendo el dueño de tu vida.

Y tener presente siempre una cosa, que es muy bueno crearse y tener ilusiones en la vida, pero mientras no intentes materializarlas y luchar por hacerlas realidad, sólo en sueños se podrían quedar.

A vivir y disfrutar pues de este nuevo año que ha comenzado, a seguir siendo luchadores de vida, pacientes con las situaciones y los tiempos y como no, perseguidores insaciables de nuestros sueños y metas.
*Si tu me dedicas una hora de tu tiempo en leerme, yo te regalo mas de 28 años de mi vida en experiencias.

Un saludo amigos.
Raul Martinez

Se el mejor cocinero de tu vida aprendiendo a disfrutar de poder lograr cocinarla tu mismo.

Una dosis de experiencia, una pizca de realidad y gran cantidad de motivación. Yo te muestro los ingredientes que yo he usado para que te ayuden y puedas cocinar tu vida mas fácil.

Así comencé a hacerme aprendiz de cocinero de este mi blog de manera totalmente altruista pensando en ayudar desinteresadamente con mi experiencia y con las recetas y los ingredientes que la vida me ha enseñado a lo largo de estos mas de 25 años y que decidí donarlas y dejar plasmadas aquí en mi blog como un regalo de vida hacia los demás, hacia vosotros.

Blog donde he contado y cuento como ha sido y es, la cocina de mi vida y experiencias como discapacitado, como aprendiz de cocinero de mi vida, y que he ido dejando aquí plasmadas en estas entradas y mas de 180.000 visitas, simplemente como un manual de referencia, basado principalmente en enseñar con la experiencia, en aprender de lo adverso, en luchar y sufrir para superarte, a conseguir ser paciente y a creerte que puedes vivir y que puedes ser feliz.

No es mi intención ni ha sido nunca que sea un blog de esos de superación, de frases escritas de autoayuda y de los que te dicen lo bueno que eres y lo fácil que es todo, NO, pero sí es un Blog de enseñanza, un blog donde he escrito y narrado mi vida y mi experiencia, y donde se podrá leer y comprobar como con ganas, un poquito de esfuerzo y mucha constancia y superación, se puede salir de los momentos y reveses duros a los que la vida nos pone en constantes pruebas, padezcas una discapacidad o no, puesto que la fuerza, las ganas y la paciencia es igual y debe serlo en todas las personas sean cuales sean sus circunstancias

Creo que he conseguido contar las realidades, las dificultades, los impedimentos físicos y sociales a los que día tras día un discapacitado, persona con diversidad funcional o persona con alguna dificultad debe enfrentarse, y digo debe, porque luchando, sufriendo y peleando, a veces contra uno mismo y otras contra los demás, será la única manera de conocernos realmente y saber hasta donde podemos llegar.

En ocasiones, no dudo que haya podido ser o haber sido un blog duro y con palabras quizás muchas veces políticamente no muy correctas, educadas o malsonantes, pero lo que si que es, es ser un Blog real como la vida misma y la vida, como tal, es dura y siendo duro es como se superan las adversidades.

Gracias por leerme en mi mas humilde faceta de bloguero, gracias nuevamente por esas mas de 180.000 visitas a mi humilde cocina de vida que podría resultar ser este blog, y deseo de todo corazón que os ayude y haya ayudado, porque pienso y tengo la creencia de que conociendo la realidad de como es y será la vida tras sufrir una discapacidad o una adversidad os resulte mas fácil la senda que un día la vida nos obligó a seguir y los caminos que deberemos descubrir.

Mil gracias por seguirme y así hacer la vida un poquito más fácil a aquellos que en algún momento sólo han visto oscuridad, ya que siendo mi labor totalmente altruista y regalada a vosotros en estas entradas, el hecho de que me leáis y conozcáis la historia de una vida con discapacidad os pueda ser útil y os sirva para ayudar también, y esa, es ya mi mayor recompensa y beneficio moral.

Nuestras limitaciones nos hacen y nos harán siempre mejores y mas fuertes, pero nunca creas ni sientas que peores, por ello espero que la experiencia adquirida de superar esas limitaciones y que hay aquí escrita y encerrada en este blog, la pongais en practica a vuestra manera y la useis para vivir, para cocinar vuestra vida usando los ingredientes que creais necesarios para que salga a vuestro gusto, pero recordando que uno solo se hace un buen cocinero de su vida, cocinando todo los dias, con diferentes ingredientes y probando y practicando sin darse por vencido. A cocinar y a vivir pues vuestras vidas amigos.

Un saludo y un abrazo amigos.
Raul Martinez