Recibir, aguantar, levantarse y continuar, eso es la vida, y solo tú y tu actitud deben marcar tu pautas al ser golpeado para sobreponerse y avanzar.

La vida no suele ser un sol brillante ni un precioso arcoiris, pero hay que hacer por intentar disfrutar e iluminarla y ponerle color al vivir. 

Y suele ser un lugar muchas veces malvado, furioso y desigual, y no importará cuán fuerte creas que eres porque te golpeará hasta hacerte caer y así, te mantendrá siempre si lo permites, porque la vida es dura y nadie va a poder golpearla tan fuerte para siempre poder vencerla.

Pero lo importante no es lo fuerte que seas, lo que luches o la dureza con la que puedas enfrentarte a ella.

Lo verdaderamente importante es cuanto puedes aguantar sus envites para siempre un poquito más avanzar, ganarle terreno y continuar.

Recibir, aguantar, levantarse y continuar, eso es la vida, y solo tú y tu actitud deben marcar tu pautas al ser golpeado para sobreponerse y avanzar.

Solo así sabrás cuán fuerte eres, cuánto vales y no dejar nunca, ni por la vida, el destino ni nadie, el creer en ti ni mucho menos rendirte ni dejarte vencer, porque la seguridad en ti mismo/a, tu actitud y valores hará que siempre seas mejor que todo ello.

Y si quieres superarte y avanzar debes estar dispuesto a sufrir, hacer de ese sufrimiento una habilidad y así aprender que se puede soportar y luchar con dolor, porque el mismo siempre te recordará que estás vivo y el porqué merece no cesar de luchar.

Pero no busques la valentía ni la energía fuera, porque seguramente no hayas descubierto que realmente la tienes dentro, ya que muchas veces la escondemos donde menos lo esperas pero surge y emana, si la dejas, en los peores y más adversos momentos.

Porque en la vida, una cosa ten siempre bien clara y cristalina y es, que difícilmente se logra muchas veces felicidad sin superar momentos de sufrimiento.

Y es que el viaje y el camino por el que transitarás es el mismo, porque al final es el camino que la vida te marcará, tanto cuando toca atravesar el dolor y los problemas que cuando lo transitas en busca de la alegría y la felicidad, solo cambiará la actitud con el que lo decidas transitar.

Pero cuando sufres la adversidad y te toque luchar, no creas con seguridad que el tiempo tu dolor curará, pero lo que si hará será hacerlo llevadero y durante muchas mañanas será lo único con lo que despertarás.

Y aunque no nos guste, la vida siempre te obligará a atravesar por momentos difíciles, malos o adversos, eso es una realidad casi inevitable, pero la clave está en nunca tener prisa al tenerla que transitar.

Que cada momento, cosa, o circunstancia fluya a su velocidad, lugar y tiempo pero sobre todo, ve las cosas en perspectiva tal cual son y no peor de lo que creas que parecen y en eso, la velocidad a la que la mente intenta muchas veces someterte nunca es buena compañera.

Y es que la mente lo es todo. Es en lo que piensas, en lo que sueñas, lo que te paraliza o activa, en lo que te conviertes y la dominas o acabará por dominarte, ya que la misma no es solamente blanco o negro y puede recordar y mantener el dolor pareciendo una prisión, pero también puede ser aquello que abra una puerta, un camino, una vía, que de la misma te libere y puedas lograr ser lo y como quieres ser. Solo ten actitud, dedicate tiempo y créelo, y así es muy seguro que encontrarás la forma de crear esas aperturas y empezar a superarlo y como no, a avanzar.

Y toda meta, logro o sueño necesitan de su tiempo y sin duda, requerirán todo tu esfuerzo, gran constancia y dedicación para ese avanzar, pero sobre todo, mucho sacrificio y si eres paciente y fiel a ti mismo/a al final te habrá merecido la pena, tanto si lo consigues como si no, porque lo verdaderamente importante es conocerte y ser sabedor de tus límites, y aún así, intentar ir más allá para siempre superarlos.

Y cuando vivas, des vida, avances con la misma, te adaptes y la mente no te pueda lastrar, ese dolor te aseguro que compañero tuyo de viaje harás, y al levantarte una mañana te garantizo que no será en lo primero que pensarás y eso significará que, aun con cicatrices, dueño de tu vida y mente serás.

Despide pues este año que ya a final de este mes de diciembre se nos va, para en el nuevo que entre fortalecer la mente, crear nuevos retos y sobre todo, proponerte que si la vida y el destino te regalan al menos, empezar un nuevo año mas, intentarár con actitud, determinación y constancia, superarte, avanzar e intentarlos alcanzar.

Y recuerda, visualiza y sueña tus metas con los ojos abiertos y bien despierto/a, ya que los sueños no es lo que supuestamente ves cuando duermes sino mas bien, es lo que verdaderamente no te deja dormir…

Un saludo.
Raúl Martínez.