Un destino sin miedos es una magnifica oportunidad de encontrar un fuerte proposito en la vida.

Nunca tengas miedo de aquello que no has vivido.

Controla siempre tus miedos, tu vida y tu mente, siendo fiel a tus valores y decisiones, o por seguro que alguien o algo se aprovechará y por tí lo hará.

Jamás tengas miedo al miedo, ya que ese sentimiento es el mas paralizador o asesino mas letal de nuestra mente, porque si lo dejas actuar, será la pequeña muerte que vaya acercándote a una destrucción casi total.

Por ello, enfréntate siempre a tus miedos, a tus temores mas paralizantes y jamás le permitas que pase ni por encima ni a través de ti, porque comprobarás, y así lo sentirás, que cuando lo hayas controlado y haya pasado, en el lugar de tu mente donde se hacia fuerte realmente no queda nada que te pueda paralizar, y ese espacio con actitud y paciencia, ocuparlo de vida y buenos momentos donde siempre permanecerán, por si algún día los temores vuelvan a visitarte, encontrar ese espacio ya ocupado de tu fuerza, autoestima y saber por que merece la pena siempre luchar.

Aun así, los miedos y temores, siempre que sean bien gestionados y controlados, así como una confianza fuerte en sí mismo/a, pueden ayudarte muchas veces a no caer, mantenerte atento/a y en ocasiones a ver con claridad y sabiamente como seguir y continuar, pero ante todo, a saber evaluar y evitar infinidad de cosas banales que te pueden paralizar y que podrían ser realmente perjudiciales sobre todo, para tu importante salud y bienestar mental.

Porque realmente amigos, lo difícil en la vida es conocerse, controlar tus miedos y saber realmente tu meta y lo que se desea, pero una vez que lo logras, simplemente queda intentar hacerlo realidad, y aunque no consigas su fin, al menos siempre podrás sentirte feliz, porque aunque a veces es mejor no saber dónde te puede llevar tu camino, si te podrás sentir orgulloso/a por saber que has podido haberlo intentado, y así ante la vida y el incierto destino, siempre estarás y te sentirás preparado/a.

Y aunque la vida puede ser un cúmulo de sueños, a veces buenos y otras no tan buenos, pero que difícilmente se olvidan. Y aunque la misma esté compuesta de muchos y variados, hay que vivirla bien despiertos/as, porque si no te acostumbras a vivirla de esa manera, es posible que pierdas la perspectiva de lo real que es estar "vivo/a", y estes solo "durmiendo" por miedo que al despertar la vida no sea esa parte buena y bonita de tu sueño, pero que solo tu podrás cambiarlo si estás y te sientes vivo, atento y bien despierto.Porque estando bien despierto y viviendo la realidad es cuando se aprende a bien diferenciar los problemas de las tragedias y no a mezclarlas, mentalmente un mejor sentimiento se sentirá y físicamente menos presión en el pecho se notará, porque los problemas pueden tener una buena o no tan buena solución, pero casi siempre las tragedias, tristemente no.

Porque aunque sufras la parte más dura y oscura de la adversidad, que te impida seguir tu camino soñado o deseado, recuerda siempre que tu objetivo será el mismo, solo cambia la manera de llegar o ir acercándote hacia él.

Por ello recuerda siempre superar y olvidar lo que pase en cada ayer, porque en tu nuevo hoy ya no tendrá importancia ni mucho menos si la vida te regala un mañana.

Y si dispones de ese mañana, que sea siempre con agradecimiento de tenerlo y con buena predisposición y actitud, porque si no hay actitud y un esfuerzo constante por intentar hacer lo que es mejor en cada día regalado para nuestro cuerpo, tampoco se pensará ni se dedicará mucho tiempo en hacer mejor nuestra mente porque, o a ambas le dedicamos el mismo tiempo, las hacemos funcionar y las trabajamos en una simbiosis casi perfecta, o con el tiempo una acabará siendo un lastre de la otra y ese peso extra será lo que sea un paralizante que te impida avanzar, aprender, mejorar y porque no, también enseñar.

Porque cada experiencia o historia que elijas compartir o narrar puede tener el potencial de mejorar o dar luz a la vida de los demás, por ello, si lo haces no dejes que simplemente sea la boca la que hable o la mano la que escriba, sino que simplemente salga y se transmita desde el corazón, por ello recuerda siempre ser consecuente con tus actos, decisiones y palabras, para así lograr llegar a intentar ser un aquitecto que marque un claro destino.

Un saludo amigos.
Raúl Martínez