El baile de la vida, donde no todo es lo que a veces parece, ni parece lo que luego realmente es.

La triste realidad no está en creamos que en la vida se nos prometa cosas que nunca el destino quizás nos dé, sino lo malo es que las veces que nos las da la propia vida y también ella misma nos las quita o nos las puede dejar de dar.

Y entonces amigos es cuando debe salir lo mejor de nosotros, cuando debemos vestirnos y protegernos con los trajes y mascaras de nuestro día a día, engañosos y rebosantes de felicidad, aunque por dentro, la tristeza y la pena te llene a rebosar.

Porque? Porque la vida es un gran baile de disfraces donde realmente debemos bailar, cada uno al son que mejor le vaya, y cada uno con la destreza o la dificultad que tenga o pueda, pero al fin y al cabo, bailar, porque amigos la música que la vida nos pone, no siempre será del gusto de todos, su DJ residente, que es el caprichoso destino, nos marca en cada momento una melodía con la que nos toca lidiar, y debemos hacerlo, porque cuando la vida corta la música definitivamente, en ese momento se acabo el baile, se acabo la fiesta, se acabó el carnaval de vida y se acabo la oportunidad de cambiar cosas, de aprovechar momentos y de disfrutar de mas tiempo del que quizás creíste que jamás se iba acabar.

El verdadero baile y el verdadero sentimiento de bailar está en la intimidad de cada uno, en su propia e íntima soledad, y al caer la noche solo uno sabe las ganas que le quedan para de nuevo al día siguiente levantarse y de nuevo vivir, luchar e intentar comenzar ese baile y disfrutar, pero una vez que te levantes, por triste, llorosa y dura que haya sido la noche de tu realidad, vístete con tu más elegante disfraz, pinta la sonrisa mas bella en tu cara y haz del baile de ese día, un baile donde disfrutar.

Porque amigos, la gente no tiene porque saber lo bien o mal que estás, lo mucho o poco que te pueda gustar el bailar, porque a fin de cuentas cada uno tiene una situación y una "su vida", y tristemente se pierde mas tiempo en criticar y hacer daño, que en formar compañeros de baile, animar, ayudar y disfrutar.

La vida no es ni buena ni mala ni tampoco es un carnaval, sino sólo un lugar donde intentar vivir disfrutando pero también el hábitat perfecto para el bien y el mal y tristemente el mal comienza cuando se empieza a tratar a las personas como cosas sin empatizar ni ver la parte humana de una, cada vez, mas dolida, sufrida y luchadora sociedad.

Cuando realmente somos conscientes de eso, cuando realmente reconocemos que de lo único que podemos tener el control es de la actitud con la que levantarse y afrontar cada día, cada "ahora", cada momento, es cuando vivimos, porque amigos, solo cuando uno a sufrido la verdadera dureza de la adversidad, la ha luchado, peleado, mirado a la cara y la vive en sus propias carnes y logra sobrevivir y quitarse de miedos y sobre todo el mas duro e imponente temor que es el de la muerte, solo entonces, es cuando se vive, cuando se sabe apreciar que realmente estamos de paso e invitados a este baile de vida, y es cuando se sabe que se quiere vivir el hoy, vivirlo, bailarlo, explotarlo al máximo y si ese es tu último hoy, despedirte de el sin miedo y sabiendo que luchaste, ganaste, sobreviviste, y aun así continuaste peleando por seguir viviendo y solo hasta ese instante nada ni nadie evito que borrases la sonrisa de vida, que no es ni mas ni menos que la verdadera sonrisa que solo tiene aquel que a la muerte le perdió el respeto y el miedo, aún por muchas noches de lloros, corajes y sentimientos encontrados se haya seguido aún padeciendo.

Así pues amigos, a bailar, a vivir y como siempre digo a darle vida a la vida mientras la música siga sonando, pero siempre con una sonrisa, la sonrisa de vida.

Un saludo amigos.
Raul Martinez