Yo pasé y he pasado por ello, y no digo que haya sido un camino de rosas, pero cuanto mas duro era el golpe recibido, cuanto mas presión recibia de mi medico, de mi fisio, cuanto mas dolores tenía y cuanto mas me quejaba, mas mentalmente me ayudaban a comprender, quizás no en esos duros momentos, pero si años después, que eso fue lo que me hizo fuerte, mas me salvó, mas me ayudó y mas logró el ser como soy, para tener el umbral de dolor tan alto que el único daño que puede afectarte es el mental y moral, y para eso el tiempo es el que mejor te prepara y te puede ayudar.
Por eso solo hablo de y por mi experiencia, buena o mala, pero que a mi me funcionó, y si a mi me valió para ganarle batallas a la vida, porque a otros o a ti ¿no?.
Tengo claro que la guerra de la vida siempre perdida estará, pero mientras uno respire, continuas batallas se que se le puede llegar a ganar y con ellas, momentos de paz y felicidad.
Por ello, hay que ser fuerte, mas mental que fisicamente, porque esos golpes dañan mas la moral y la mente que al propio cuerpo, y tenemos que soportarlos y superarlos, y seguir adelante, pero eso si, jamás sin perder la fe en uno mismo ni mucho menos la confianza de lo que puedes llegar a ser, porque podrás, seguro, si la paciencia bien sabes manejar.
Nos selecciona, elimina, altera, exagera, minimiza y/o glorifica lo que la vida nos va sometiendo, pero al final amigos, crea su propia realidad, su versión heterogénea pero generalmente coherente de los acontecimientos, por ello debes creer en ti mismo, evadir los miedos y confiar en tu mente, en tus sensaciones, en tus sentimientos, porque ningún ser humano debería confiar más en la versión o visión de otra persona que en la suya propia, ya que nadie se conoce mejor, como uno a si mismo, solo escúchate, dedícate tiempo y por supuesto, se paciente contigo y con la vida...
Así pues, una vez que comenzamos a tomar constancia de las cosas por las que estar agradecidos, comenzaremos a perder de vista las cosas que nos faltan, porque la vida realmente consiste en dos días, uno para nosotros y otro contra nosotros....
Así cuando uno de esos lo sintamos nuestro, no seamos orgullosos, imprudentes ni impacientes y disfrutémoslo, y cuando creamos que esté en nuestra contra, seamos pacientes y vivámoslo dejándolo pasar sin que nos afecte, porque ambos días son una prueba para aprender, para conocerse y valorarse a si mismo, para comprender el valor de el día que nos toque vivir, y sentirse agradecidos, porque siendo bueno o menos malo, estamos vivos, y mientras sigamos con vida, siempre podremos tener peores o mejores momentos, de los que aprender o de los que disfrutar.
La mayor felicidad se puede lograr cuando se toma como hábito aquello que te apasiona, porque si puedes cambiar tu mente, podrás cambiar tu mundo.
Y aunque creas que no lo consigas, nunca desistas, por mucho que te cueste o lágrimas derrames en los intentos, porque se puede romper a llorar cada noche hasta agotar las lágrimas, pero jamás des la mano a la desesperanza, porque al amanecer deberás alzar la mirada, dar gracias por seguir “vivo”, tener fe y confianza en que solo tu podrás superar y vivir cada día como si del último se tratará, pero siempre con una sonrisa, la sonrisa de la vida, la sonrisa de la ilusión, la sonrisa de que si te mantienes vivo mentalmente, tu cuerpo te ayudará a superar cualquier adversa situación.
A darle vida a la vida.....
Un saludo amigos.
Raúl Martinez
