*Si tu me dedicas una hora de tu tiempo en leerme, yo te regalo mas de 28 años de mi vida en experiencias.
Como un galardonado más de esta distinción, quiero agradecer a Fundación Afim este reconocimiento y también hacer participe a mis compañeros aquí presentes, Cruz Roja, ADown, Luis Alberto, Pilar, Alfredo y altruistamente, la mía propia, por la labor que entre unos y otros hacemos poniendo en valor con nuestros actos o actividades, la capacidad de superación y lucha por las personas con discapacidad.
Todos desde una asociación, desde un sacrificio de superación y lucha personal, desde un trabajo y una labor desinteresada de ayuda hacia los demás y desde las simples palabras de un aprendiz de escritor que plasma altruistamente su experiencia en un blog, luchamos para demostrar que hay vida tras
una discapacidad, que se pueden hacer infinidad de cosas para ayudarnos a nosotros mismos y a los demás y que no hay justificación alguna que se nos pueda impedir tener o tratar de intentar llevar una vida, denominemosla normal.
Muchas son las barreras que nos encontramos en la vida, unas físicas y otras sociales, pero por cada barrera o por cada impedimento que la vida nos pone, siempre hay alguna asociación o persona dispuesta a intentar que sea superada, aunque no siempre se consiga.
Y ahí es donde se trabaja y se debe trabajar, no tanto por eliminar y superar esas barreras que siempre estarán y nos encontraremos en la vida, porque por cada una que sea eliminada seguramente surgirán dos más, sino por enseñar y motivar a como no cesar en el intento de lograr que no se creen.
Y aún creándose, ser fuertes y estar motivados para que las barreras difíciles, tengamos el esfuerzo, la constancia y la paciencia para si no superarlas sí saber bordearlas.
Y esto se consigue de una manera, viviendo, viviendo y saliendo a la calle, intentando ser dueños y amos de nuestras vidas y nuestras decisiones.
Tener claro NO donde queremos llegar, si no lo costoso y duro que será el cómo y en ese COMO debe estar la fuerza y la constancia de cada persona, de cada asociación, de cada discapacitado.
Para recibir siempre hay que dar, y qué mejor demostración de dar que el demostrar que eres capaz de tener una vida, que eres capaz de ayudar, que eres capaz de dedicar tiempo y experiencia a los demás y que eres capaz de demostrar que vida solo hay una y que solo de ti, depende de cómo quieras usarla antes que un día te pares a pensar y mirar y caigas en todo lo que has dejado de hacer, en todo lo que creías que no podías hacer y en como podrían mirarte o dejarte de ver por intentar ser tú, por intentar ser y vivir "normal".
Se debe ser fuerte y se debe ser constante y abierto sin reticencia alguna a contar tu trabajo, a contar tu experiencia, a contar tu labor, para así poder ser el espejo en que las nuevas generaciones o las nuevas personas que por desgracia llegan a una situación de discapacidad puedan verse reflejados
en ti, en tus actos, en tu labor, en tu dedicación.
Y se debe ser fuerte no sólo con uno mismo si no también con los seres cercanos y con la familia, porque la familia es la que está ahí en primera instancia y la que tiene esa capacidad de sobreprotección, y ahí es donde se debe ser lo suficientemente fuerte para conseguir que te dejen volar, que te permitan ver de que están hechas tus alas y como son de resistentes para una vida fuera de tu hábitat, fuera de su sobreprotección.
Tu hábitat y tu felicidad no están solo en el hogar, no sabrás realmente como de fuerte puedes ser y hasta donde puedes llegar si no eres capaz de comprobar la dureza de tus alas contra la fuerza del viento que te encontrarás en la vida, que te encontrarás en la sociedad.
Esas alas debes forjártelas tú, tu familia te dio la vida, te sirvió y te sirve de protección pero no estará siempre ahí para protegerte de ella, eso es ley de vida, y dependerá de ti demostrarte y desmostrar que el futuro es y puede ser tuyo, que debes ser el amo de tu vida y el que marque tu destino.
Pero para ello no sólo son necesarias esas alas e intentar que te vayan dejando volar, si no también y aún más importante, es la fuerza y capacidad mental para superar todos los impedimentos, miradas, críticas y barreras que te encontrarás, porque una vez que te expongas a la intemperie de la vida, que te expongas a la calle, que te expongas a la sociedad, ahí solo estaras tú, TÚ y tu fuerza. Y una fuerza sin control esta destinada a fracasar.
La vida de un discapacitado es una continua lucha, desde lo mas básico que es intentar sobrevivir a lo mas esencial que será vivir.
Como quieras que sea tu vida dependerá de como sea el esfuerzo y la lucha que te obligues a hacer por ella, pero recuerda que la vida es tuya, y como tuya ten la capacidad, la fuerza y el coraje de decidir como quieres que sea, porque hoy somos unos, pero mañana pueden ser otros los que estén
donde nosotros estamos ahora.
Por eso, si luchamos y trabajamos con nuestro ejemplo y experiencia por los demás y por la normalización de nuestras vidas, quizás el día de mañana la normalización sea una palabra pasada y sea un hecho por sí sola.
Así pues, desde mis más de 28 años como discapacitado y narrador y escritor de su vida y experiencia a través de mi blog MasValidos, agradezco a las asociaciones y personas que dedican tiempo y esfuerzo en luchar y ayudar por la discapacidad, desde el ámbito que lo hagan, porque sólo el esfuerzo y la decisión de intentarlo ya merecen ese reconocimiento.
Gracias nuevamente y recordar que todos SUMAMOS. MUCHAS GRACIAS
http://www.advaldepenas.com/articulo/sociedad/afim-entrego-reconocimientos-capacidad-y-talento-emotivo-acto-valdepenas/20141203083701038967.html
Un saludo amigos.
Raul Martínez
Aquí abajo os dejo la Foto y el video del mismo.