En estas rampas de la foto de mas abajo hace ya casi 30 años, aprendí a rodar, cuando me costaba subir solo un tramo una mañana, y ahora la subo en un respirar, aprendí a ser de nuevo yo, aprendí a ver y sentir la vida desde otra perspectiva y gracias a mi familia, a la paciencia de mi madre y a la de mi médico, mi "dr House" el DrAscenzo, (DEP)..
Aprendí y me enseñaste a vivir y a dar vida a la vida y entender que la silla es para llevarla en el culo y nunca en la cabeza....
-¿Sería distinta mi vida de no haber sufrido el accidente hace 30 años?..
Pues es posible, pero, mirando atrás, lo vivido, sufrido y superado, doy gracias por seguir rodando y sentirme orgulloso de mis cicatrices de vida, que me forjaron a ser como soy y a tener los valores y la actitud de vida que tengo y que siempre intentaré transmitir, y no porque me crea más duro ni experto que nadie, sino porque se lo que es morir y volver a vivir..
*.Y mi agradecimiento a Inma y al personal del Hospital Nacional de Parapléjicos de Toledo, por todo el tiempo de hospital y por muchos más, porque aunque la gente se vaya renovando, siempre quedará el recuerdo, y la graitud por lo que nos enseñasteis y por como nos tratasteis, que no fue mas, que mostrarnos la realidad.
Me conociste y trataste siendo mi celadora, nos cuidaste siendo niños en la planta de niños, y me enseñaste durante todo el tiempo ingresado, a que con esfuerzo y constancia, por poco que se hiciera, ya era un mucho padeciendo una tetraplejia, y aquí estamos 30 años después, en el mismo sitio, con nuestras cicatrices de vida, pero dando vida a la vida.
Gracias por tu profesionalidad y trabajo, con aquel niño casi adolescente.
*. Y como no, no podía olvidarme de otra gran persona, gran profesional, humilde, humano y grande como el solo. Gracias Dr. Antonio Miguel Lopez por tu paciencia, sabiduría, y experiencia.. Siempre estaré en deuda moral contigo... Por muchos años mas... Un abrazo enorme.
Un saludo
Raúl Martinez