Ya hace mas de 20 años que estoy en silla de ruedas, y aquí sentado aprovecho para plasmar con palabras mi experiencia como he hecho en otras ocasiones.
Ahora con 40 años ya a mis espaldas, y mas de 20 de ellos como discapacitado, reflexiono y me doy cuenta de lo tarde que empecé algunas cosas, y aunque parezca ilógico con 40 años ya soy algo mayor para algunas otras como fue mi toma real de la calle, mi toma real de la propia vida y mi retomar con el mundo del deporte y de la forma física.
Yo era de esas personas, como otras sin discapacidad alguna, que utilizaban el coche para todo, para ir a estudiar, para ir a comprar, para ir a trabajar, siempre dependiendo de la ayuda de algún compañero o viandante para bajar la silla del maletero.
No fue hasta hace ahora 7 años cuando me lance a ponerme unos guantes y recorrer mis primeros 500 metros de paseo dándole a la silla, solo y sin ayuda, en la soledad y el peligro del asfalto.
Fue tal la satisfacción, la ilusión, de llegar rodando solo y sin ayuda a sitios donde antes podía ir andando sin problemas que esos 500 metros se convirtieron un día en 1 km, otro en 2 km, así hasta los 8 km y 10 km.
Así fue como me di cuenta de cuánto tiempo había perdido al no aprovechar para ir a estudiar, a trabajar, a la compra solo con mi silla, solo con la ayuda de mis débiles brazos.
Mis brazos apenas tenían demasiada fuerza y mis manos mucho menos, lo que me llevaba a infiltrarme el cuello cada dos meses para poder seguir rodando, pero era más la motivación, la ilusión de hacerme amo de la calle, que el dolor, las contracturas o cualquier otro malestar; quedaban en un segundo plano.
Mis visitas frecuentes durante años al traumatólogo las cambié por las visitas al fisioterapeuta, al buen amigo Pedro de Fisioterapia Constitución, buena persona y mejor profesional como pocos he conocido, lo que me hacía y aún me hace que siga rodando, que mi cuello vaya aguantando.
Mas de diez años ya, como va pasando el tiempo, mas de diez años desde que lo conocí "gracias" a un atropello que sufrí rodando un día con mi silla, lo que me hizo que me tratara las consecuencias del mismo y descubrí que era lo mejor de lo mejor, y lo que me ha conseguido físicamente hasta llegar hasta donde estoy ahora.
No fue hasta hace algo más de un año que me introduje en el mundo de la handbike manual, lo que hace que mi cuello sufra menos y tenga menos dolores, y lo que me ha hecho ver realmente cuánto tiempo he perdido o no he aprovechado en mí, en el deporte, en mi propio estado físico, en rodar más con mi silla, en meterme en este mundo de los handbikers, pero que me ha ayudado a conocer gente estupenda y humana de este mundo.
Ahora es más fácil para los que no tienen una lesión muy alta, salir ya definidos e introducidos en el mundo del deporte desde el Hospital de Parapléjicos de Toledo, pero en mi época el que era tetrapléjico y tenía la lesión alta al año, o antes, te mandaban a casa y a buscarte la vida.
Y eso hice yo, concienciado de que era tetrapléjico, un C4-C5 incompleto, pero tetrapléjico al final, hasta que un día dije, YA, hasta aquí, y empecé a aspirar a más y ese MÁS fue mis primeros 500 metros hasta que conseguí pasar de los 10 km.
No todo era cuidar y cultivar la mente, acabar los estudios, estudiar la carrera, NO, me di cuenta que también, si no más importante, era cuidarte tú, tu físico, tu cuerpo, mantenerte físicamente activo para tener la menor dependencia posible, y si no ganar más fuerza al menos sí más maña y manejo en las tareas de la vida diaria.
Y una cosa os puedo asegurar, amigos, el deporte es la mejor y más valiosa herramienta que tenemos los discapacitados para crecer, superarnos, motivarnos y empezar a ser dueños de nuestros sentimientos más profundos y ver la realidad de la vida de otra manera.
Fue duro, SÍ, muchísimo, y con la soledad de la calle y del asfalto que me hacían esforzarme más, sin sumar a ello las barreras arquitectónicas, la falta de educación y de solidaridad de muchas personas y el peligro de los coches, que me llevo a ser atropellado un día, pero ahí continué, rodando, sin miedo, el miedo no te lo infligen los demás ni las consecuencias, te lo infliges a ti mismo si dejas que te absorva.
Y no me refiero a "solo" porque no haya contado con la ayuda y acompañamiento de mi familia, de mi mujer, que sí lo han hecho y mucho, sobre todo aguantándome :-) si no porque pienso que en tu esfuerzo, en tu lucha contra ti mismo, en tu motivación y superación, la soledad es la mejor compañera, la mejor contrincante y la que mas te ayuda a pensar.
Si te resignas a ser lo que pone en tu informe médico entonces ya has firmado y aceptado como será tu vida. Debes luchar por no implantar tu sello ni tu firma moral en ese informe hasta que tú creas o veas que ya no puedes dar más, y cuando creas que ya ha llegado ese día, luchar un poquito mas, siempre quedan fuerzas en la reserva de una persona que mucha gente no sabe ni que están.
Yo ya a mis mas de 40 años, mas de 23 de ellos como tetrapléjico, he comprendido que la handbike manual ha sido y es mi mayor reto, pero que la edad no da tregua a nada ni nadie y más con un cuerpo con mas de 23 años de desgaste.
Mis ganas, mi reto era quizás algún día haber competido, pero como dije en mi última entrevista en el semanario Jaraiz, ya me pilla muy tarde y el mayor reto por el que luchar es el seguir dándolo todo día a día aunque solo sea como satisfacción personal, como ejemplo de motivación, y ejemplo de superación a las nuevas generaciones, aun jugándome el tipo cada día en la calle, contra el asfalto, la gente y los coches.
Con esto os quiero decir a vosotros, a los mas jóvenes, a los que apenas lleváis 10 años y os declararon tetrapléjicos de informe, que luchéis, que dediquéis tiempo y esfuerzo al deporte, en lo más simple como es salir a probar a rodar esos primeros y muy costosos 500 metros, ya que si le pones un poquito de ganas verás como llegarás a 100 metros más, y más, y más, .... y lo que eran unos brazos blandos y débiles los convertirás seguramente no en unos fuertes y musculados porque tu lesión no lo permitirá, pero sí en unos brazos hábiles y mañosos y en unas manos algo más duras. La de guantes que habré roto yo.....
No creas nunca que unos tienen la suerte de estar mejor que otros, porque para mí la suerte no existe, la suerte la buscas y si no la creas, y como tú la creas tú la formas a tu gusto. Pero esa suerte cuesta, cuesta sudor, cabreo, frio, esfuerzo, calor, lágrimas, rabia, coraje, decepción y más esfuerzo, pero verás y comprenderás con el paso del tiempo, como a mí me pasó y con ahora mas de 23 años de experiencia a mis espaldas, que esa suerte que creé tiene sentido, que esa suerte que crearás, te hará feliz.
Sólo de ti depende hacerme caso o NO, sólo de ti depende errar o no, pero al menos si decides errar, que sirva para aprender como me pasó a mí y recuerda aprovecha el tiempo y ten siempre presente que la vida vale mucho la pena cuando se entrega poco a poco a los demás, por eso yo os voy entregando la mía con mis experiencias, esperando que algún día sepas o puedas saber aprovecharlas.
Un saludo amigos.
Raul Martinez