Marquemos nuestra pautas , velocidad y ritmo de vida, y no la que se nos intenta imponer por puro marketing comercial.

Un segundo basta para disfrutar o perder una vida, así de importante y relevante es el tiempo, por ello, no quieras vivirlo demasiado deprisa sin "saborearlo", porque tan pronto que llega, puede igualmente pasar.

Vivimos o intentan hacernos vivir a un ritmo y a una velocidad que con las prisas, ni se aprecian, ni apenas disfrutarán porque no es su ritmo natural.

Y es que apenas se acabó el verano y casi sin llegar a los Santos, el día de difuntos, cambiamos la hora, y ya nos han colocado la navidad, y cuando menos nos demos cuenta, ya estarán montando la carpa de carnaval y sin apenas acabarla, casi preparando la semana santa pero yaaa.

No queramos vivir la vida tan deprisa que apenas de cada instante te dejen prepararte mentalmente disfrutar, cuando realmente y donde esa rapidez es importante y necesaria, se obvia, ignora e ilógicamente se admite tal cual.

Porque tantas prisas y velocidad así de golpe, pierden su valor, su importancia y simplemente se convierten de ser algo que puedas añorar o sea más sentimental, es transformado en puro marketing material y comercial.

Con tanta prisa por todo ya, se está perdiendo el nerviosismo de la espera, de la espera como pueda hacerte sentir esos días de que se acerca lo que supone, por ejemplo, la navidad.

Porque cuando quiera llegar esa fecha señalada, en vez de esperada y deseada, si te la "meten" mas de dos meses antes, lo que llegas es con un empalagamiento total.

Por favor, vivamos sin prisa pero sin pausa, disfrutando de cada correspondiente etapa en tiempo y lugar, porque si seguimos a este ritmo de vida, yo para el año que viene me pillo el bañador con decoración de navidad.

Un saludo amigos. 
Raúl Martínez.