Colaboración para El Blogdenuevayork, como viajar en silla de ruedas.

Os dejo mi colaboración para El Blogdenuevayork http://www.blogdenuevayork.es/viajar-a-nueva-york-en-silla-de-ruedas-parte-i/ como apasionado de Nueva York y, evidentemente, compañero inseparable de mi silla de ruedas,  donde hablo sobre mi experiencia para viajar en silla de ruedas a Nueva York aunque también es aplicable a los demás sitios que quieras viajar en avión.
A la hora de decidirte a emprender tu viaje a Nueva York sobre tu silla de ruedas, debes tener tres cosas bien atadas: la aerolínea (y la preparación para el vuelo), el desplazamiento desde el aeropuerto en Nueva York hasta la ciudad y el alojamiento donde disfrutar de la city durante tu estancia.
De todo esto os voy a hablar en este mi primer artículo, el cual formará parte de una serie de artículos relacionados con los viajes a Nueva York para personas con movilidad reducida y que tenemos que viajar con nuestra silla de ruedas alrededor del mundo. Por suerte, Nueva York es una ciudad bastante bien adaptada y en la que encontraremos facilidades para descubrir sus principales atracciones sin excesivos inconvenientes.

El vuelo

De entre la infinidad de aerolíneas existentes, yo recomiendo volar a Nueva York con silla de ruedas con Iberia o American Airlines, ya que ambas tienen vuelos directos desde la T4 en Madrid y disponen de finguers o pasarelas al avión (ya os explicaré mas adelante la importancia de esto). Debes dejar muy claro a la hora de comprar el billete de avión ciertos puntos importantes:
  • El tipo de discapacidad que tienes
  • Si necesitas ayuda por parte del personal del aeropuerto o no
  • Si viajas con silla de ruedas manual o de motor
  • Si quieres facturar la silla en el mostrador (cosa que no recomiendo pues puede sufrir muchos daños) o ir con tu silla hasta la puerta del avión y desde allí que la trasladen a la bodega directamente.

Si facturas tu silla, el servicio gratuito de PMR (Personas con Movilidad Reducida) de AENA, que es la encargada de trasladarnos y llevarnos por todo el aeropuerto, te deja una silla para la espera y moverte por el aeropuerto hasta que salga tu vuelo. Una vez reservado el billete, debes comunicar al servicio de PMR de AENA a través de su web o por teléfono: cuando viajas, que aerolínea usas, que tipo de discapacidad tienes y que ayuda puedes necesitar. Con todo esto en orden… ¡estamos listos para volar a New York! :)

Preparación del vuelo

Debes estar en el aeropuerto, al menos, 2 horas antes del vuelo. Una vez allí, debes dirigirte al mostrador de información del servicio PMR de AENA y comunicar que necesitas que te asistan. Desde ese momento, ellos se ocupan prácticamente de todo: te acompañan al mostrador de facturación sin hacer colas (puesto que los discapacitados y la/s persona/s que viajan con el tienen preferencia) y la misma persona del servicio de PMR,te acompaña al control donde debes mostrar tu equipaje de mano. Si estás en silla de ruedas, obviamente no pasas por el arco de detección, por lo que un encargado de seguridad te hará un registro y te pasará un detector portátil para comprobar que no llevas nada ‘raro’ metálico… y ya está, directos a la puerta de embarque.
De nuevo, la persona del servicio PMR que no se separa de ti nunca, te acompaña a la zona de espera de embarque para que estés allí hasta que llegue la hora de salida del vuelo. Esta persona se marchará y llegará uno 15 minutos antes para acompañarte de nuevo a la puerta del avión, donde los discapacitados somos los primeros en entrar y los últimos en salir. Somos los primeros puesto que en la puerta del avión te pasan a una silla mas estrecha y pequeña que cabe por los pasillos de la aeronave y te ayudan a sentarte en tu asiento, y desde ahí, tu silla va directamente a la bodega del avión. En consecuencia, somos los últimos en salir para que nadie te golpe o moleste durante todo este proceso inverso.

Una vez en el avión, he de decir que el uso del WC es algo muy complicado. Los aviones cuentan con una silla pequeña para poder llevarte al baño, pero si no puedes andar o levantarte… de poco vale, porque en el baño no se entra. El personal de vuelo no puede ayudarte, solo te deja la silla y te lleva hasta la puerta del baño, por lo que debe ayudarte tu acompañante de vuelo en todo el proceso.
Ya una vez en tierra, se repite el proceso de la entrada pero a la inversa: una persona del servicio PMR de allí va a recogerte y te ayuda a sentarte en tu silla, la cual debe estar en la puerta del avión. Esto sucede si la aerolínea utiliza finguer o pasarela al avion; si viajas con una compañía que to tiene finguer, y el avión está en la pista, te llevan hasta desde/hasta el avión en furgoneta y abajo te sientan en la silla pequeña, la cual suben/bajan por las escaleras a pulso… de ahí mi recomendación anterior de viajar con aerolíneas que dispongan de finguer.
Una vez se llega a Nueva York, te acompañan al control de pasaportes donde siempre estarás acompañado por la persona del servicio PMR de Nueva York, y desde allí te acompañará a por la maleta y desde ahí a tu transporte que debe estar esperándote. El servicio PMR en Nueva York es gratuito también, pero lo correcto es dar una propina a la persona que te asiste hasta la salida del aeropuerto de llegada. Recordar que, a parte de ser agradecidos, en Nueva York hay mucha gente que vive sólo de propinas… y esto es algo que se aplicará a lo largo de todo vuestro viaje.

Los traslados (transfers)

El siguiente paso importante es buscar el traslado desde el aeropuerto de llegada (JFK seguramente) hasta el hotel o apartamento reservado. A través de internet encontraréis varias opciones, pero la mas usada y conocida es SuperShuttle (os recomiendo la lectura del artículo enlazado), que son Vans o miniVans (furgonetas) en las que puedes entrar con la silla sin tener que pasarte a ningún asiento, con lo cual es mucho mas rápido y cómodo que cualquier otra opción. A ellos deberás comunicarles previamente el tipo de transporte que necesitas (según sea tu silla de ruedas de grande), la hora de llegada de tu vuelo y la dirección (o nombre) de tu alojamiento.
Si eres de los más atrevidos, también tienes la opción de reservar un coche en el aeropuerto, cosa que debes hacer con un mínimo de 48 horas de antelación, para que te lo tengan preparado y adaptado. A día de hoy, Hertz en la única compañía que dispone de vehículos adaptados para conducir tú (sin chofer), y ellos se encargan de recogerte y te llevarte hasta el lugar de la entrega en un bus o, si tienen aparcamiento dedicado en el aeropuerto, te lo entregan allí directamente. Para conducir un coche adaptado en Nueva York no necesitas otro carnet, ya que el tuyo es operativo, aunque yo siempre por si acaso me saco el Internacional; no cuesta mucho y te lo dan en la oficina de tráfico de tu provincia. De este tema encontraréis también información en este artículo.
Un factor muy importante es tu tarjeta oficial de accesibilidad para aparcamientos reservados a minusválidos, la cual es 100% operativa en Nueva York, por lo que puedes aparcar tu vehículo alquilado con tu tarjeta en las plazas reservadas sin ningún problema. Eso sí, la opción de alquilar un coche adaptado es la menos recomendada para moverte por allí, puesto que el tráfico es horrible, los aparcamientos son escasos y el parking tiene unos precios desorbitados (os hablo de unos 15-20$/hora).

El alojamiento

Y para terminar, ya solo te queda elección del apartamento u hotel, siendo esta última la más (por no decir la única) recomendada. Una cadena que esta bien ubicada, esta bien de precio y suelen estar bien adaptados y accesibles son los de la cadena Holiday Inn. En principio, si preguntas casi todos te dirán que cumplen con la Ley ADA, que es la Ley para personas con discapacidad, y que trata sobre el derecho a los discapacitados a no ser discriminados, pero por desgracia no siempre el tipo de adaptación que dispones en las habitaciones o baños es la adecuada o la que realmente podamos necesitar.
Lo importante es que el hotel, obviamente, sea accesible, y que la habitación sea amplia, la cama esté a la altura más o menos del asiento de tu silla, que el baño tenga plato de ducha con barras en la pared y asiento, que el WC tenga barras también en la pared en sentido horizontal y que el lavabo este a una altura que no te de en las piernas. Esto que os cuento no es nada nuevo para nuestros viajes… pero no está de más recordarlo.
¿Por qué digo esto?, porque personalmente me he encontrado hoteles con gran accesibilidad, pero que luego la cama esta a más de 1,2 metros del suelo, con que el baño tiene bañera en lugar de ducha o que tiene la barra en vertical, con lo cual el apoyarte para hacer la transferencia al WC es imposible, o que hay bañera.
Una vez tengas esto cerrado, confirmado y bien atado, solo te queda tener una mente abierta y paciencia por los posibles impedimentos que puedas encontrarte (como es habitual). Pensar siempre en la parte positiva del viaje ¡y vivirlo como una experiencia para aprender y superarse!.

Y después de todo…

Cuando hagas el check-in en el hotel, hayas dejado las maletas, cuando ves que todo está (más o menos) como deseabas, entonces es cuando sales a la calle respirar, a mirar a todos los lados, al cielo, a los enormes rascacielos y sentir que, por fin, ¡estás en Nueva York! (aunque un frío como este te lo quiera incluso poner difícil…)

Un saludo amigos.
Raul Martinez