La educación, más que cualquier otro recurso de origen humano, es el gran igualador de las condiciones del hombre, el volante de la maquinaria social.
Este mes, mi entrada iba a ir encaminada a otro tema, pero la realidad me lleva a escribir ésta.
Parece mentira en pleno siglo XXI, seamos tan modernos, sociales e inteligentes para unas cosas, y tan irracionales, antisociales, desintegradores y discriminadores para otras.
En estos días me han llegado tres sucesos, a cual más antisocial, que me han llevado a escribir estas líneas.
El primero la noticia que leeía y me encontraba esta mañana de que hay aerolíneas que impide viajar solos a quienes usen silla de ruedas otras se lo estaba planteando......
El segundo que algún que otro conductor de autobús de línea urbana, haga caso omiso a la parada y recogida de una persona en silla de ruedas por "supuesta avería de la rampa", cuando en realidad no lo hizo porque iba mal de hora en la ruta y no podía perder tiempo.
Y el tercero las quejas de la gente en un restaurante por permitir que un niño en silla de ruedas esté en el comedor comiendo con su perro guía tumbado a su lado.
Señores esta es la sociedad que tenemos, esta es la sociedad que los discapacitados nos encontramos día tras día y por lo que tenemos que luchar y pelear.
Como veis hay cosas mas importantes por las que los discapacitados tenemos que unirnos y pelear juntos en vez de enfrentarnos, bloquearnos y discriminarnos mutuamente por decidir o no estar de acuerdo en la definición o en como quiera definirse cada uno y su discapacidad, dejemos el misticismo o centrémonos en la vida real.
La lucha está en la calle y es una pelea constante hasta la saciedad demostrando un día Sí y otro también, que somos personas, que tenemos una vida y que queremos que nos dejen vivirla, y si esa sociedad no ayuda, al menos que no nos frenen y nos la jodan.
Bastante tenemos ya con las barreras arquitectónicas que nos frenan de tener una vida en igualdad de condiciones, para que encima nos impongan unas barreras sociales.
Las barreras arquitectónicas en este país demente a lo mejor no las podemos evitar, pero las sociales SÍ, y de una manera muy fácil y que todos saben hacerlo y es "piensa lo que
quieras pero calla la bocaza porque quizás mañana el de la silla eres tú, o el ciego, o el dependiente..."
Señores con esto os digo que si eres discapacitado sé fuerte, que tu lucha sea el triunfo sobre los ignorantes, y si no eres discapacitado, muy fácil, piensa antes de hablar.
*Si tu me dedicas una hora de tu tiempo en leerme, yo te regalo mas de 25 años de mi vida en experiencias.
Raul Martinez