Jamas deberemos permitir que el cuerpo diga a nuestra mente qué hacer o como sentirse, por que amigos, una cosa esta clara, y es que el cuerpo nunca estará perdido si no dejas que la mente jamas lo esté.
Nuestro cuerpo es la maquinaria que nos mueve por la vida, pero que jamas será nada si no cuenta con una mente fuerte, constante, sana y ordenada.
Lograr esto no voy a decir que sea fácil, por eso es mas fácil y sencillo dedicar tiempo a cultivar, cuidar, perfeccionar lo que se ve, lo que llama a la vista como es el cuerpo, que para mi es un error y mala creencia el convencerse que viéndose bien externamente, hará que te sientas mejor, pero NO, quizás a corto plazo no lo dudo, pero esa falsa felicidad no durará mucho, porque en verdad el exterior, el cuerpo realmente no es nada, es una simple envoltura física a las ordenes de la mente, y a merced de variables tan vulnerables e inmanejables como pueda ser el tiempo, la vida, el destino o la misma adversidad.
Con el tiempo, lo que se piensa creer con la inmadurez o la inseguridad que siempre estará y durará, te demostrará que es lo primero que se va perdiendo, ya sea porque la vida te ha dado tiempo y libertad para poseer una sana y buena envoltura no exenta de su propio desvanecimiento, o porque el destino o la adversidad decidió quitártelo y demostrarte la realidad cruel de la vida, que no todo es para siempre, y que el siempre es una palabra muy cara y poco muy fiable....
Y entonces que?.... Si no se ha dedicado tiempo a fortalecer, cultivar y nutrir lo que verdaderamente es el motor, lo que genera nuestra chispa, lo que nos da fuerzas cada día, como es nuestra mente, nuestro ser, nuestra actitud, es cuando se cae en un vacío tan grande y en una oscuridad tan inmensa, del que será mas complicado salir y superar pero nunca imposible, porque cuando tu principal dedicación, cuando tu principal culto o a lo que mas le has prestado atención para sentirte bien ha sido a lo físico, a lo material, a la simpleza del cuerpo humano, y esta desaparece, quedas como un globo sin aire, desinflado, flácido, arrugado y sin fuerzas ningunas, a lo que hay que añadir, el daño moral que puede generar la situación de desilusión y la desorientación ante tal oscuridad de expectativas de vida.
Sin embargo, si has cultivado la mente y mejorado tu actitud, si te has nutrido de vida y experiencia, de fuerza y superación, lo cual no quita ni evita que puedas al mismo tiempo mantener tu cuerpo, crear una perfecta simbiosis con tu mente en la que ambas tengan igual de importancia para uno mismo, los daños, los reveses y las inclemencias del tiempo y de lo adverso hará que aun dañando tu exterior, jamas dañe o afecte de manera importante tu interior.
Jamás diré ni afirmaré que lograr esto sea fácil, es mas, ni es fácil ni está exento de mucho dolor, esfuerzo, superación, cabreos, desilusión, traición y de muchísima propia auto motivación, pero cuando lo logras, cuando has comenzado el camino de su búsqueda y vas viendo avances, vas viendo luz y claridad, cuando empiezas a ser dueño de tu mente y eres fuerte en tus decisiones y obligaciones y sobre todo eres realista y vas asumiendo tu realidad en cada momento, solo una cosa podrá quitarte es poder, esa fuerza, esa mente, ese ser, y esa cosa es la propia muerte, ya que será lo único que logre que tu mente deje de funcionar, pero la muerte física, porque jamás esa temida muerte en vida lo podrá lograr.
Mientras tanto la vida es y esta para vivirla, y se vive con decisión, con realismo, con la vista puesta al futuro mas inmediato que es el hoy, el hoy y como mucho, el mañana, pero no mas, sabiendo y teniendo claro, que jamas somos dueños de ese hoy ni de ese ahora, pero si de nuestra mente y a la vez ella de nuestro cuerpo.
No perdamos ese valioso tiempo en mirarnos el cuerpo, en pararnos a quejarnos de cosas vacías y vanales y salgamos a la calle a nutrirnos de vida, a nutrir nuestra mente de experiencias, de vida, a enfrentarnos a luchas y decisiones que solo se encuentran en el día a día de la calle, no del salón de la casa, no de la sala de un gimnasio.
Amigos, ante situaciones como la nuestra, ante una discapacidad, ante lo adverso, ante los bajones y las perdidas de moral, la mejor ayuda, la mejor rehabilitación, las mejores enseñanzas están en el día a día de la calle, de la normalidad de la vida.
La calle, el trato diario, lo físico y no lo irreal de lo digital es el mejor gimnasio, la mejor sala de terapia, el mejor y mas barato medio de superación, donde existe la mayor variedad de obstáculos, herramientas y situaciones para aprender y superarnos, y como no, el mas real y mejor contacto con la vida y la realidad, dejando el aislamiento que produce lo mas triste que acaba siendo la soledad de las nuevas tecnologías y del cada vez mas absorvente y dependiente mundo digital.
Ahí es donde reside las enseñanzas que debemos obtener para nuestras batallas con la vida y contra muchas veces nosotros mismos, el superar el día a día de las situaciones cotidianas de la calle, asimilar el comportamiento y cambios de humor de la sociedad y hasta incluso el de nosotros mismos, de las alegrías y tristezas de lo irracional e incoherencias en los diferentes tipos de accesibilidad y barreras, eso y solo eso, es lo que te hará crecer, lo que te hará fuerte y ser dueño de tu vida, lo que te dará esperanzas y fuerza moral, y lo que te hará que pocas cosas ya sean materiales o sociales te frenen, si tu mente sigue teniendo fuerza para seguir empujándote.
La calle es dura, es dura porque nos saca de la comodidad de nuestro habitad, de nuestro espacio de confort, pero la vida no es un espacio de confort y relax, la vida es dura pero es real, a veces muy bonita y otras traicionera y mala como ella misma, y para eso es para lo que hay que preparar la mente, no para la felicidad y la belleza de los paraisos, ya que es muy fácil adaptarse a lo bueno y lo maravilloso, sino para doblegar a las duras batallas de los infiernos por lo que a veces te hace intentar atravesar la vida, y digo intentar, porque es lo que uno debe hacer si quiere salir de ellos y vivir, si quiere atravesarlos y salir con mas fuerzas en busca de esos paraisos, pero sabiendo y teniendo claro, que es posible que esos infiernos puedan volver, ya que el destino es el dueño de los mismos y la vida la encargada de encararte hacia ellos.
Por eso amigos hay que esforzarse en luchar, cultivar, nutrir y hacer fuerte todo ese poder que toda persona tiene dentro, que toda persona posee en su mente, en su ser, en su alma, porque todos somos creados de la misma manera, solo que a lo largo de nuestro crecimiento, de nuestro desarrollo y de diferentes sucesos en el cambiante camino de la vida, el haber sido sometido a constantes reveses, quizás la falta de moral, o quizás miedos o inmadurez hace que se crea que no se tiene, que no posee o que se perdió.
Pero NO amigos, claro que se tiene, claro que la tienes.... por eso, hay que esforzarse y trabajar mucho con constancia y decisión en uno mismo, para hacer la mente tan fuerte que no haya infierno en vida que pueda jamás quemarte, y que llegue el día en el que puedas ser agua que te refresque y apague tus llamas y lo que es mejor aún, que refresque y apague la de los demás solo con el aire fresco que pueda desprender tu simple experiencia.
Un saludo amigos, a vivir y disfrutar de la vida y mil gracias por esas mas de 150.000 visitas.
Raul Martinez