Cuando sufres el duro golpe del destino y la adversidad, y un día despiertas y compruebas que ya nada es como antes, que tú no eres el antes, tienes dos soluciones, pensar hasta aquí he llegado y esto es lo que hay, o pensar y convencerte a tí mismo que estás al comienzo de un largo e intenso camino en el que el día a día y los logros a corto plazo son solo el comienzo de un camino al que tú pones el fin.
Te verás rodeado de gente, familia, amigos pero al final del día comprobarás que la soledad es y será durante mucho tiempo, tu más aliada compañera, sólo que tendrás que saberla llevar a tu lado y darle el protagonismo que se merece.
Los primeros años estarás en una vida de humo, donde serás super protegido, apoyado por todos, acompañado por todos, ayudado por todos, pero esto no es más que un retraso en tu fin a conseguir que es la independencia absoluta y el control total de tu vida.
Los amigos de antes los perderás poco a poco, ese apoyo irá desapareciendo casi sin darte cuenta y ese acompañamiento un día no sabrás ni lo que fue y te verás solo con tu familia más cercana y sin ideas de qué hacer porque te lo han estado haciendo todo más fácil.
Y llegará ese día en el que caerás, y caerás a lo más profundo del pozo del que cuesta salir, pero se sale y hasta que ese día y ese instante no llega no empezarás a tener el control total de tu vida porque hasta ese momento te han estado manteniendo a flote en una balsa inestable que te mantenía en un estado totalmente neutro tanto para lo bueno como para lo malo.
Y entonces será cuando esa perfecta maquinaria que tenemos en el cerebro comenzará a funcionar sin parar, a buscar y poner soluciones y buscar e intentar maneras y posibles salidas hasta que por fin das con una ya no podrás parar.
Y no podrás parar porque ya todo será un reto diario, un reto por tu vida.
La lucha, el esfuerzo, el coraje, la constancia, el sufrimiento, el desgaste y la libertad son palabras que te acompañaran siempre y deberás mantener siempre a tu lado.
Al principio cuanto más sufras, más llores, más trabajes, más te desgastes, menos lo tendrás que hacer después, sólo es empezar.
Cuanto antes caigas, antes empezarás a levantarte y será así, tenlo claro, por tanto escúchate a ti mismo y empieza a luchar, que la vida es dura pero merece la pena. Nadie regala nada y una segunda oportunidad en la vida es y será el único regalo que tendrás de ella, por tanto aprovéchalo y aprovéchalo YA.
El mejor gimnasio, la mejor rehabilitación, la mejor lucha y la más cercana la tienes muy cerca, sólo con abrir la puerta y salir a la calle, ahí empieza todo, pero hasta que esa puerta no la abras, y la abras tú solo, no empezará tu recuperación, tu lucha por tu libertad.
Así que sal y enfréntate a la vida y hazle entender a ella y a ti mismo que ahora tienes tú el control, que tu decides y que estás dispuesto a luchar.
Un saludo amigos.
Raul Martinez